Sangre y dinero

Tres décadas después, las investigaciones judiciales, periodísticas y las realizadas por sobrevivientes de los años ‘70, coinciden en que el objetivo del golpe no fue militar, sino económico y cultural. Debía extirparse el pensamiento colectivo, aquel que hacía indignante la naturalización de la pobreza y la injusticia como formas existenciales para las mayorías argentinas. De allí el genocidio de jóvenes trabajadores. Aquella matanza sirvió para concentrar la riqueza en pocas manos y domesticar a las nuevas generaciones. Un mandato de obediencia debida que partió desde el corazón de las grandes empresas. Estas son algunas de las postales que forman parte de semejante crónica y que están incluidas en el nuevo libro del autor de la presente nota El litoral, 30 años después. Sangre, dinero y dignidad.