El 3 de noviembre se estrena en la sala Arandú de Paraná la obra de teatro “Devil”, de Florencia Naftulewicz con la dirección de Sergio Albornoz. “Devil” interpela y pone en jaque los paradigmas de sometimiento de las mujeres a la belleza impuesta, a través de cinco relatos donde las protagonistas “abren las puertas del infierno al que fueron sometidas”. ¿Devil o Débil?, es el interrogante que plantea la obra de Florencia Naftulewicz, en un juego de significantes entre la palabra en inglés “Devil” -diablo, demonio, el signo “del mal”- y la palabra “Débil”; en una constante tensión entre romper el silencio ante la violencia simbólica y psicológica que ejercen los estándares de “lo bello”, “lo femenino”, y la debilidad que implica su aceptación y sometimiento. Los personajes no tienen nombre, sino que se definen con un número. “Uno”, “Dos”, “Tres”, “Cuatro” y “Cinco”. La identidad, lo particular, la unicidad, no tiene lugar en los parámetros de homogéneo y estandarizado que propone este sistema de belleza por imposición.