Sembrar el odio
Nada fue al azar. Cada cosa la pensaron. No fue casual que unos pocos días antes del inicio del Encuentro de Mujeres la ciudad de Paraná apareciera empapelada con afiches vergonzosos, buscando el golpe bajo, con una foto de un supuesto aborto que no era tal. La idea era clara: había que sembrar el odio, ese mismo germen que siempre tuvieron dentro



