Un goleador de pura cepa

El entrerriano repasó su carrera goleadora en el país y el exterior. Hoy, a sus 46 años, vive lejos del fútbol y disfruta de su familia en Castellón, la ciudad que lo adoptó hace mucho tiempo. El natural de San Gustavo jugó en Sportivo Urquiza, Patronato y de ahí saltó a la Comisión de Actividades Infantiles, donde dejó una gran huella. Allí, su entrenador fue Marcelo Fuentes al que consideró “un padre”. Su cuenta pendiente: tener más recorrido en la Primera División del fútbol argentino.