Diálogo con el presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos, Gustavo Hein

“Creo en un Estado presente, pero no asfixiante”

Edición
1152

Gustavo René Hein es oriundo de Basavilbaso (Departamento Uruguay) y actualmente preside la Cámara de Diputados de Entre Ríos. Proviene de la actividad privada con experiencia como contratista rural. Nació el 27 de mayo de 1972 y se confiesa en la fe cristiana evangélica. En 2015 se presentó como candidato a intendente de Basavilbaso, por el frente Cambiemos y dos años más tarde presidió el PRO de Entre Ríos, tras una intervención partidaria de larga data y que supo tener como interventor al entonces ministro del Interior y actual gobernador Rogelio Frigerio. En 2019, sufrió el incendio del garaje y parte de su casa, provocado por un vecino. Y si bien el hecho no tuvo vinculación política y se debía a cuestiones personales, fue un hecho que claramente lo marcó para siempre. En las elecciones legislativas de 2019 fue elegido como diputado nacional en la lista de Juntos por el Cambio y las elecciones generales del 22 de octubre del año pasado, fue electo diputado provincial. Desde ese rol llevó adelante la transición en la Cámara baja y finalmente fue designado presidente de ese Cuerpo legislativo.

Por Nahuel Maciel

Gustavo Hein recibió a ANÁLISIS en la tarde del martes 25 de junio en su despacho en la Cámara baja. Se refirió del sector privado al público y destacó –según sus palabras- el abismo que implica “la burocracia que genera el Estado y que no siempre es a tiempo para la resolución de los conflictos o de los problemas. Viniendo de la actividad privada eso para mí fue un choque, no digo cultural, pero sí fue un choque –digamos- que me sorprendió”.

Como autocrítica desde la política, subrayó que se discuten los problemas de los políticos en vez de los problemas de las personas. Y enfatizará: “Soy de los que cree que el Estado tiene que estar presente. Soy de los que cree que el Estado tiene que ser fuerte como padre que vela sobre sus hijos. Esto no es otra cosa que la defensa del interés general”. Y valorará que la experiencia en la política le ha enseñado “a escuchar”.

Respecto de los contratos truchos, admitió que eso está en el sótano de la democracia. Y adelantó que su Norte es lo que se hace en el Congreso de la Nación donde son públicos los nombramientos del personal de cada legislador. Pero, aclara, que Entre Ríos esa modalidad deberá llegar por consenso y no impuesta.

- ¿Cómo fue el tránsito de ser productor agropecuario a intendente, de intendente a diputado nacional y ahora presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos?

-Veo un abismo entre la actividad privaday el Estado. Pero, más que nada en la burocracia que genera el Estado y que no siempre permite la resolución de los conflictos o de los problemas. Viniendo de la actividad privada eso para mí fue un choque, no digo cultural, pero sí fue un choque que me sorprendió. Es ahí donde siento cómo el Estado se aleja de los problemas reales de la gente. Se aleja y no siempre resuelve los conflictos, los problemas. Entoncesdebemos generar un cambio: que el Estado deje de ser una máquina de impedir; y sea una máquina que esté aceitada para resolver los problemas de la gente y no para burocratizar aún más los conflictos.

-Uno de los quiebres que es fácilmente observar es la falta de diálogo entre lo público y lo privado. Porque sin ese diálogo no hay posibilidad de desarrollo. Ambos sectores son necesarios, pero no siempre el diálogo es frecuente o fecundo. Alguien podrá decir que el Estado obliga a muchos impuestos y otros pueden señalar al privado que los evade.

-Sí, lo que yo veo como autocrítica desde la política, es que -por lo general o por momentos-, la política discute los problemas de los políticos. Y no –salvo excepciones-, los problemas reales de la gente. Nos quedamos encuadrados y remarcados en los problemas de los políticos y casi siempre a contramano de lo que nos pide la sociedad.

-Se podría decir entonces que es más el ritmo de los intereses electorales que el de los valores generacionales.

-Así es. Y así como lo puedo repasar en mi experiencia de estar al frente de un Departamento Ejecutivo cuando fui intendente; estoy al frente institucional de un Cuerpo legislativo, e incluso me puedo transportar a mi actividad privada para intentar llevar el sentido común de las cosas. No tanto el tecnicismo, pero sí la pronta resolución o intentar qué efecto se genera en la sociedad cuando no hacemos ciertas cosas o no actuamos de manera rápida frente a determinados problemas. Después encuentro o intento entender o quiero interpretar lo que pasa a nivel nacional cuando hablamos de la ausencia del Estado, que el Estado no tiene que interferir. Soy de los que cree que el Estado tiene que interferir. Soy de los que cree que el Estado tiene que estar presente. Soy de los que cree que el Estado tiene que ser fuerte como padre que vela sobre sus hijos. Esto no es otra cosa que la defensa del interés general. El Estado que no entorpezca al privado, pero que vele sobre la seguridad del privado, que marque las normas. Por supuesto, creo en la independencia de los tres Poderes. Soy una persona que trabaja con esa línea y por un mandato expreso también del gobernador Rogelio Frigerio, en el cual creemos en la división de los Poderes y creemos en el respeto de las normas. Creemos en un Estado presente. Pero, no desconozco que hubo quienes han tomado al Estado como propio, para unidades de negocio, a pesar que hay muchas personas que han sido expulsadas del sistema por diversas razones. Creo en el Estado, pero no que eternamente subsidie, sino que brinde herramientas para poder salir adelante. Creo en un Estado presente, pero no asfixiante.

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1152, del día 18 de julio de 2024)

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