Entre Ríos en la puerta del tráfico internacional de drogas sintéticas

La mutación de la “escena electrónica”

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Silvio Méndez

El circuito de fiestas electrónicas masivas no será el mismo en Argentina luego de la tragedia de Time Warp, el encuentro donde murieron cinco jóvenes en la madruga del 16 de abril pasado a raíz del consumo de drogas de diseño. Uno de los que perdió la vida en este espectáculo de música y baile fue un chico de 23 años oriundo de Paraná, que viajó especialmente a Capital Federal. El hecho generó una gran conmoción social, al tiempo que visibilizó un fenómeno que se creía foráneo pero que en rigor también es de entrecasa. En Paraná y alrededores, desde hace un tiempo ya existe un calendario asentado de convocatorias a madrugadas extendidas de baile, que culturalmente vienen asociadas a una variedad de estimulantes sintéticos de circulación ilegal, pero cuyo ofrecimiento está a la vista. Las invitaciones a estas reuniones pueden ser públicas, en boliches o amplias quintas, como también hay shows en residencias privadas, con un acceso más restringido para disfrutar del ritmo que imponga algún reconocido DJ.

Y si bien lentamente estos encuentros recuperan su dinámica, lo cierto es que el mapa de esta experiencia juvenil se reconfiguró.

Los organizadores privados de estos eventos han comenzado a tomar más recaudos e incluso desde el Estado se han ensayado respuestas en torno a lo que se denomina “reducción de daños”. Si bien no es explícito, en esta línea se puede inscribir el proyecto del concejal Sebastián Bértoli (FpV), que el 5 de mayo ingresó al Honorable Concejo Deliberante una iniciativa para que se asegure la disponibilidad de “agua potable en forma gratuita, garantizando su suministro en la totalidad de la jornada” durante todo espectáculo público que se realice en los locales bailables y fiestas privadas que regula la ordenanza N° 8.615.

Este proyecto se presenta como un avance, ya que bien se sabe que el baile frenético, el consumo de alcohol y de sustancias demandan una hidratación sobre la cual algunos han montado un negocio perverso de venta de bebidas embotelladas, y que llega a poner en peligro la vida de los asistentes.
Pero la tragedia de Time Warp también transformó la producción y circulación de las drogas de diseño, al cerrarse lo que algunos expertos señalan son los “laboratorios locales”. Así entonces, como de la nada, trasciende cómo ha crecido de forma inusitada el decomiso de cargamentos de estos estupefacientes provenientes de Europa, revelándose Entre Ríos como una impensada puerta de ingreso en el tráfico internacional de drogas sintéticas.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del jueves 16 de junio de 2016)

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