El usurpador

Marcelo Comas
El Club Universitario es una de las entidades más tradicionales de la ciudad de Paraná, con 63 años de vida institucional. Fue cultor de los bailes de fin de semana en sus años dorados y pionero en la práctica del patín y otras disciplinas que engrandecieron su historia. Pero las crisis económicas hicieron mella en La U y debió recibir ayuda del Estado para subsistir. Hay que recordar que en enero de 2005 asumió una nueva Comisión Directiva con Ricardo Blanche como presidente, pero duró poco en su cargo: lo denunciaron por irregularidades. El actual titular de, Raúl Moyano, y su secretario, Oscar Wahler, expusieron tales acusaciones en ANALISIS, ya que Blanche sigue ocasionando problemas a raíz de amenazas que profiere a socios del club en su calidad de agente policial. Mientras, se ha instalado en el gimnasio de la institución junto a su concubina y se resisten al desalojo.
La actual Comisión Directiva del Club Universitario quedó constituida el 19 de junio de 2004 por Asamblea General Ordinaria, “en razón de haber sido desafectado el señor José Albornoz como presidente y el señor Ricardo Blanche, vicepresidente a cargo de la presidencia, depuesto por aplicación del artículo 59 de los Estatutos Sociales, por los actuales miembros de la Comisión Directiva, en reunión celebrada el 5 de junio del corriente año, se deja constancia que la actual Comisión Directiva ha quedado compuesta de la siguiente manera: Raúl Moyano, presidente; Fernando López, vicepresidente; Oscar Wahler, secretario; María Lidia Correa, tesorera; Raúl Cersofios, protesorero; primer vocal titular, Gustavo Campos; segundo vocal titular, Victorio Farías; tercer vocal titular, Carlos Alarcón; primer vocal suplente, Juan Carlos Muga; segundo vocal suplente, José María Rubio”, se detalla en un comunicado de la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas que deja oficializada la comisión en cuestión.
En uso de la función que le asigna la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas (DIPJ), Raúl Moyano, presidente de Universitario, comenzó a investigar los malos manejos producidos por su antecesor en el cargo, Ricardo Blanche, y se encontró con varias sorpresas que dejaban mal parada a la entidad de Barrio Corrales. “De un tiempo a esta parte el club ha caído en una pendiente que por todos los medios trata de subsanar la comisión actual, que legalizó a partir del 24 de junio la Dirección Personas Jurídicas, desplazando al ex presidente Ricardo Blanche”, comentó el presidente en función. Una de las premisas de Moyano pasa “tratar de que el club resurja, de salvar los juicios laborales que tenemos pendientes y sobre todo, trabajar en la faz deportiva”, explicó.
En Universitario hay 450 niños que practican diversas actividades, además la entidad colabora con las Escuelas de Deportes Municipales.
En cuanto al desempeño de Blanche al frente del club, tanto el presidente Moyano como el secretario Wahler afirman que ha entorpecido el normal funcionamiento de las actividades y por ende se le solicitó como primera instancia la renuncia y luego fue expulsado, ya que su intención era trasladar la sede de la entidad. “Era un negocio encubierto entre él y unos abogados; fue una gran mentira, porque su intención era concretar su gran negocio, tal es así que nos opusimos porque una medida de esta magnitud debe aprobarse en asamblea de socios. Este señor quería llevar adelante su idea en soledad”, indicaron.
Blanche sigue ingresando a la institución a pesar de que fue expulsado y hasta se lo ha llegado a retirar a través de la fuerza policial. “Tal grado ha alcanzado la locura de este hombre, o el afán de su famoso negocio encubierto, que durante su mandato empezó sancionando a miembros de la Directiva por oponernos a la venta del club; después dio marcha atrás en su accionar y nos trató de coimear ofreciendo un auto cero kilómetro y una casa, con la única condición de que firmáramos la venta del inmueble”, comentó Moyano.
A pesar de los “ofrecimientos inescrupulosos” nadie se hizo eco de las intenciones “comerciales” de Blanche; es más, a raíz de las denuncias cruzadas en su contra, se vio acorralado en su accionar y debió recurrir al apoyo de la Comisión que en ese momento estaba bajo su tutela. Al convocar a Asamblea General Ordinaria, sólo se hicieron presentes “60 socios y no supo qué responderles, porque cuando le hacían preguntas sobre si él tenía un contrato con el club, con el gimnasio, dijo que sí, afirmó que poseía un contrato, que nunca existió”.
Entre otros desfalcos en contra de la entidad, el ex mandatario vendió 17 columnas de hierro que estaban destinadas a la construcción de un futuro polideportivo para el predio. Nunca se conoció el monto ni el destino del dinero recaudado por esa operación, acto que los actuales directivos consideran una decisión arbitraria. Este hecho fue el detonante para que los socios tomaran conciencia acerca de lo que realmente estaba pasando en las entrañas de la institución de calle Río Negro.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)