El kenyata fue una de las figuras del triunfo de Echagüe en el clásico ante Sionista

Peter Kiganya, el león africano

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Pablo Rochi

Peter Kiganya nació en Kenya, más precisamente en la capital, Nairobi. Hace ocho años se fue de su país para seguir jugando al básquet en forma profesional. Tras su paso por Chile y Uruguay recaló en nuestra ciudad, su primera oportunidad en Argentina. Kiganya tiene 33 años y se muestra como una persona inteligente y muy exigente. Habla casi a la perfección los 47 idiomas que hay en Kenya y también se comunica en inglés y castellano. Años atrás se recibió de programador y es tan fanático de Internet que creó su propia página web en la que les cuenta a sus amigos y familiares lo que hace lejos de su tierra. Conozca al nuevo refuerzo de Echagüe que, a pesar de que su equipo ganó el clásico, se retiró triste porque entendió que su juego no fue lo suficientemente bueno para apoyar al plantel.

-¿A qué edad comenzaste a jugar al básquet?
-Yo empecé tarde a jugar, arranqué cuando tenía 18 años, fue en el último año de mi colegio. En verdad no fue porque tenías ganas de jugar al básquet sino porque me llevaron para que me probara en el club.

-¿Cómo fue eso? ¿Es decir que arrancaste a jugar básquet porque te obligaron?
-Sí, me llevaron. Sucede que yo desde chiquito siempre fui alto, muy alto, en la secundaria a todos mis compañeros les sacaba mucha diferencia de estatura. Entonces un tío mío un día vino y me dijo que tenía que jugar al básquet, que yo era alto y lo tenía que aprovechar. Yo al principio no quería saber nada, no me gustaba. Igualmente mi tío me llevó, empecé a entrenar y después me terminó gustando.

-¿Y en Kenya cómo es la formación del básquet, es como en Argentina?
-Allá hay clubes igual que acá, es muy parecido a como es en Argentina. Sucede que allá la diferencia es que antes de los 18 años no hay muchos clubes que enseñen a los chicos, allá se juega de grande. Yo veo que en este país los chicos sí juegan al básquet y eso es muy bueno, aprenden desde chiquitos.

-¿Empezaste de grande y sin dudas aprendiste rápido?
-Sí, es verdad, aprendí rápido. Soy una persona que cuando le gusta algo trata de hacerlo todo bien, me gusta aprender y hacer bien las cosas. A mí el básquet no me gustaba, pero cuando me empezó a gustar quise aprender mucho. Me gusta mucho entrenar, estar bien con mi cuerpo. Si yo me siento bien, aprendo más rápido.

-¿Qué importancia le dan al deporte en Kenya y qué tan importante es el básquet en tu país?
-El deporte es muy importante en Kenya y en todo el mundo. Eso sí, allá el básquet no lo sigue mucha gente; creo que el básquet debe ser el cuarto o quinto deporte más fuerte. Ustedes saben que nosotros tenemos un país donde el atletismo se entrena mucho, andamos muy bien en atletismo.

-Peter, ¿hace cuánto que te fuiste de tu país?
-Hace mucho tiempo, yo dejé mi país hace ocho años. Yo era muy joven, tenía 25 años cuando decidí seguir jugando al básquet en forma profesional. Ahora tengo 33 y sigo dando vueltas por el mundo. Me gusta mucho viajar y conocer gente, me divierte mucho conocer otros lados. Ahora estoy muy lejos de mi país y hace mucho que no voy. Pero me siento bien, muy bien.

-Con tantos años afuera de tu casa seguramente ya te acostumbraste a viajar…
-Pasa que yo cuando jugaba al básquet en mi país ya viajaba mucho. Con el equipo en el cual jugaba participábamos en torneos donde debíamos viajar a Egipto, Tanzania, Uganda, Fiji y otros países. Me acuerdo que viajábamos mucho. Y ahí me acostumbré, me gustó y después decidí hacerlo por otros países.

-¿Cómo son los campeonatos en África? ¿Son torneos fuertes, se juega muy intenso, hay buenos jugadores?
-Sí, son muy fuertes. Son muy diferentes a los de acá. Yo lo que noto es que tanto en Chile, en Uruguay y acá en Argentina, que es donde yo jugué, no les gusta presionar a la pelota. Allá se marca en toda la cancha, se presiona mucho al rival. Se juega, como dicen ustedes, muy intenso, se corre mucho. Ésa es la característica de los jugadores africanos. Allá se corre mucho todo el partido; hay que estar muy bien físicamente…

-¿En tu país el básquet es profesional?
-No, no es profesional, allá nuestra liga es semiprofesional. Allá por ejemplo los jugadores trabajan mediodía y después a la tarde juegan al básquet. Allá nadie vive del básquet, todos trabajan.

-Antes de venir a Argentina estuviste jugando en Chile y en Uruguay. ¿Cómo fue esa experiencia cuando tu representante te avisó que tenías que irte a jugar a Chile, a un lugar muy lejos de tu país?, ¿enseguida dijiste que sí?
-Sí, enseguida dije que sí. Yo no tenía miedo de venir hasta acá. ¿Por qué voy a tener miedo? Es verdad que es lejos, pero no me hice ningún problema. Te repito, yo ya estaba acostumbrado a viajar mucho.

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