Off the record

Grupo interesado
El gobierno está decidido a privatizar lo antes posible el Hotel Mayorazgo, fundamentalmente por la pérdida mensual que tiene, que superaría los 100.000 pesos. Uno de los primeros interesados es el grupo económico que actualmente se encuentra al frente de Canal 9 de Paraná y tiene, a su vez, los canales de Mar del Plata y Resistencia. El grupo es comandado por Daniel Jorge Razzetto, presidente del Club Quilmes y con fuertes lazos con determinados hombres del poder kirchnerista, como el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Razetto es un hombre con participación en varias sociedades.
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Botellas, fotos y banderas
La marcha del 24 de marzo por el trigésimo aniversario del último golpe de Estado sumó más gente que nunca en Paraná. Entre la multitud hubo funcionarios provinciales y municipales que pudieron mezclarse sin mayores inconvenientes. Las excepciones fueron el gobernador Jorge Busti y el vicegobernador Pedro Guillermo Guastavino. Cuando los manifestantes comenzaban a ocupar sus lugares sobre calle Laprida, hizo su aparición el gobernador, y en medio de una fuerte rechifla comenzó a avanzar entre los manifestantes con la custodia de una guardia pretoriana, hasta que su paso se vio detenido por militantes del Partido Comunista Revolucionario, que cortaron su avance impidiéndole llegar hasta el escenario, como era su intención. En cambio, el titular del Senado caminó por calle Buenos Aires a la par de la manifestación, pero debió apresurar el paso cuando vio venir un botellazo desde el sector de las fuerzas de izquierda. A ese le siguieron varios envases plásticos que pudo sortear con éxito. El encontronazo se produjo cuando los manifestantes realizaban el tradicional escrache al docente colaboracionista de la dictadura Carlos Uzín, aunque hace más de tres años que no vive más en el edificio de calle Buenos Aires, casi La Paz. “No será mucho interrumpir las puteadas a Uzín para hostigar al hermano de dos desaparecidos”, comentó un funcionario de segunda línea con evidente muestra de desaprobación.
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Radicales kirchneristas
Al parecer pese al empeño de varios dirigentes y de los propios interesados, la noticia tomó trascendencia y desató un nivel de histeria pocas veces visto en la Unión Cívica Radical local. Es que se supo que un grupo de intendentes tuvieron una reunión con funcionarios del gobierno de Néstor Kirchner en Buenos Aires, en la que se les habría propuesto el canje de obras públicas a cambio de apoyo para el proyecto reeleccionista del Presidente. Pese a los intentos de desmentirlo por parte de algunos de los actores, finalmente terminaron confesándolo aunque la mejor defensa que esgrimieron fue la de asegurar que “no dijeron que sí ni que no”. Tamaña afirmación no hizo más que confirmar por un lado la estrategia de cooptación de dirigentes que ya le ha dado buenos resultados al gobierno en otras provincias, la permeabilidad de algunos dirigentes para amoldarse a cualquier esquema en nombre del bien ciudadano y también mostró, a juzgar por las apreciaciones, la endeble situación institucional y de conducción en que se encuentra el centenario partido. Por si esto fuese poco, a uno de los jóvenes intendentes promotores de la iniciativa se le escuchó decir, en pleno desarrollo del plenario convocado para analizar el tema, que los únicos que tienen “raigambre popular ganado con votos son los intendentes”. Las miradas en la vieja casona se entrecruzaron con indisimulada ironía. Es que a nadie de los presentes se les pasó por alto recordar que fue precisamente este intendente sumado recientemente a las filas del ex diputado nacional Gustavo Cusinato, y que muchos pueblerinos daban como ido de la UCR, el que perdió en su propio pueblo, San Jaime de la Frontera, siendo el único jefe comunal que fue derrotado en la última elección para diputados nacionales.
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Diputado en apuros
Cuando salía del baño de un céntrico resto-bar, fue sorprendido por un grupo de mujeres que sentadas a una mesa aprovecharon para saludar y presentarse al legislador. Todas a su manera, eran seis, le chantaron un beso, que dejó colorado al sorprendido hombre de la política. Un tanto confundido, tratando de pasar el trago, aunque no amargo, fue invitado a sentarse a tomar algo, a lo que con cortesía prusiana dijo “no” y enseguida buscó la puerta apurando el paso para salir del lugar. La chicas siguieron con la mano saludando al hombre público, que por esas horas no sabía si el hecho había sido fortuito o si se trató de un grupo de mujeres que viene bregando para apurar los tiempos del tratamiento de la ley de género que con fuerza vienen fogoneado, incluso mujeres de distintos partidos.
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