Crece la polémica por la venta de tierras e instalación de complejo termal en el Parque Nuevo

Calentitas las termas

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Silvio Méndez

Tal como estaba programada, el martes se llevó adelante en la Defensoría del Pueblo de Paraná una reunión “informativa” sobre el programa de urbanización y proyecto termal que la Municipalidad quiere llevar adelante en el Parque Nuevo. El encuentro fue convocado a instancias de la Vecinal Larramendi, que planteó al organismo de mediación sus preocupaciones por los planes del Ejecutivo comunal. A la cita también asistieron funcionarios municipales y representantes de organizaciones ambientalistas. En un espacio que fue desbordado por la cantidad de gente que concurrió, el intercambio de preguntas y pareceres transcurrió por momentos bajo un clima caliente, con cruce de chicanas y reproches. Dadas las inquietudes que quedaron pendientes, la Defensoría se comprometió a una nueva convocatoria ampliada para la semana que viene en un lugar y horario a convenir.

Con relación a esta controversia desatada por la instalación de las termas en Paraná, en esa misma jornada también se conoció que miembros de M’Biguá enviaron una carta documento a Daniel Verzeñassi, del Foro Ecologista, intimándolo a que rectifique o ratifique sus dichos vertidos a este semanario la semana pasada.

En declaraciones a ANALISIS, el ambientalista vinculó la financiación de la Fundación Avina a algunas organizaciones ecologistas con determinados intereses en el manejo del agua, así como la exclusión del Foro de la ronda de consultas del plan termal por parte del municipio paranaense. En tanto, por la noche de ese mismo día, en la Facultad de Ciencias de la Educación se constituyó la Asamblea Ambiental de Paraná, que se volverá a reunir el martes a las 20 en el mismo lugar. A pesar de ser invitados a este ámbito los funcionarios municipales, ninguno concurrió a dar las explicaciones exigidas.

Uno de los testimonios más fuertes escuchados esa noche fue sobre la salinización de aguas en Aldea Santa María, producto de lo que se sospecha sería por deficiencias en las termas de María Grande.

En la reunión en la Defensoría –por momentos caótica–, los vecinos plantearon en principio el abandono acentuado al que está sometido el Parque Nuevo. La queja más oída fue que el propio municipio realiza volcadas y quemas de podas y otros desechos en el predio. “Nos despertamos con las gargantas sectas por el humo”, se la escuchó decir a una vecina de Larramendi. Los funcionarios respondieron que ese modus operandi no estaba autorizado y que hay “serios déficit de formación en los empleados municipales”, dijo Gastón Grand, subsecretario de Planificación. Este reclamo puntual de los ciudadanos estuvo relacionado con el cuestionamiento del plan urbano oficial porque, se dijo, la desidia sobre esa franja verde a su vez justifica determinados argumentos de intervención sobre la misma.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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