Uruguay, la gran diferencia

Américo Schvartzman
(desde Concepción del Uruguay, especial)
En Concepción del Uruguay y en el departamento, los resultados de las elecciones provinciales y municipales 2007 desconcertaron a la oposición. Nunca mejor empleado el término, al menos en Concepción del Uruguay. El PJ tuvo más votos que nunca y la oposición se dividió casi en partes iguales. El PJ obtuvo porcentajes históricos: para gobernador, las cifras de Urribarri-Lauritto alcanzaron el 56 por ciento. En la ciudad, el intendente Marcelo Bisogni fue reelegido con más del 51 por ciento de los sufragios, y en el interior del departamento no fue diferente: en Basavilbaso, por ejemplo, Blanca Rossi obtuvo el 63 por ciento de los votos.
La sumatoria de radicales, vecinalistas, socialistas, lo que quedaba del partido Nuevo Espacio y algunos peronistas, expresada como Concertación Cívica (en Concepción del Uruguay, Caseros, Herrera y Villa Mantero) no alcanzó para imponerse en ninguna de esas ciudades. Aunque en Villa Mantero sólo cinco votos faltaron para desalojar del poder a Eduardo Bonnin. En cambio en las otras tres ciudades, la propuesta quedó tercera, muy lejos de la expectativa que había generado. Tan lejos que en Uruguay la fórmula Juan Carlos Aguirre-Juan Carlos Lucio Godoy fue superada por la Lista 100, de Fidel Baldoni, quien terminó segundo y logró tres bancas en el nuevo Concejo Deliberante que entrará en funciones en diciembre. En Concepción del Uruguay, el triunfo de Urribarri fue aún mayor que el de Bisogni. Con casi 56 por ciento de los votos, se impuso sobre Julio Solanas que llegó al 19 por ciento. Tercero quedó Emilio Martínez Garbino, con algo más del nueve por ciento, y un poco más atrás Gustavo Cusinato (8,3 por ciento) y Agustín Addy (7,19).
Un dato curioso es la situación en la que quedó José Antonio Artusi. Perdió feo en la ciudad, donde el radicalismo quedó como cuarta fuerza, detrás de la Concertación Entrerriana, pero accedió a una banca en la Cámara de Diputados de la provincia, transformándose así en el radical uruguayense mejor posicionado institucionalmente. De todas maneras, su sector, que se opuso con fuerza al acuerdo provincial con Martínez Garbino y nunca terminó de digerir el entendimiento local, se vio ratificado (y gratificado) con el resultado: aunque la UCR perdió 100.000 votos en relación con 2003 y de los nueve diputados que tenía sólo logró retener seis, a sus enemigos internos y externos les fue peor.
La elección “peronizada”
Al contrario de los pronósticos previos, la fragmentación del PJ en dos fórmulas no sólo no le restó votos al peronismo en su vertiente oficial sino que transformó la elección, en varias ciudades, en una gran interna: hay casos como el de San Justo o Colonia Elía, donde al sumarse los votos obtenidos por el PJ, en sus dos variantes, se llega nada menos que al 80 por ciento. Si cierran las heridas de campaña -Solanas y el bustismo cruzaron durísimas acusaciones entre sí, tal como se vio en el debate del programa A dos voces- y se avanza en una reunificación del justicialismo, les daría un panorama de hegemonía jamás soñado.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)