Grave daño al monumento de Gregoria Pérez en Bajada Grande

Una dama en apuros

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766

Claudio Cañete

El monumento de mármol de Carrara que homenajea a Gregoria Pérez de Denis, la dama patricia que colaboró con el general Manuel Belgrano y sus tropas en su paso por Paraná, es utilizado por vándalos para jugar al tiro al blanco. Así lo reveló a ANALISIS la profesora Teresita Rocha, destacada investigadora de la capital entrerriana. La docente y ex titular del Museo Histórico Martiniano Leguizamón prepara un trabajo sobre esta destacada mujer argentina y para ilustrarlo visitó el monumento con el propósito de fotografiarlo. Allí se encontró con una triste realidad: perforaciones de bala, faltante de una plaqueta, pintadas con aerosol, suciedad, matorrales, barro. Este real abandono ocurre ante la mirada de la comuna paranaense, que parece ignorar el hecho delictivo y la penosa situación de este patrimonio histórico de la ciudad.

Con el propósito de tomar fotografías del monumento de Gregoria Pérez de Denis, ubicado en Bajada Grande, para ilustrar una investigación sobre su figura, la profesora Teresita Rocha y su sobrino, el reportero gráfico Sergio Rocha, visitaron el lugar y descubrieron el adverso panorama que le toca vivir a uno de los símbolos que tienen las barrancas de la ciudad de Paraná, de cara al río. Allí se encontraron con una triste realidad: la estatua presentaba perforaciones de bala en el rostro y un brazo, la faltante de una plaqueta, pintadas con aerosol, suciedad, matorrales crecidos, barro; elementos que conforman una vergonzosa ecuación: abandono total de esta valiosa pieza de mármol de Carrara. Todo esto ocurre ante la mirada de la Municipalidad de Paraná, que no parece estar enterada del hecho de la balacera y la penosa situación de este patrimonio histórico de la ciudad.

El monumento a la dama patricia Gregoria Pérez de Denis fue inaugurado allí el 24 de febrero de 1950, bajo la Gobernación del general Ramón Amancio Albariño. Para tal trabajo, el prestigioso escultor Torcuato Tasso, catalán oriundo de Barcelona que se radicó en Buenos aires, fue contratado por la Liga Patriótica, que reunía a notables ex alumnas y alumnas del Colegio de Nuestra Señora del Huerto, de Paraná. Aquella Liga estaba presidida por María Eloísa Moritán de Leguizamón y había sido fundada por la Hermana Ana María Bulacio (del mismo Colegio). La subcomisión juvenil estaba integrada por jóvenes alumnas que hacían el último año del curso de Magisterio dentro de la misma institución. La entidad desarrolló una importante actividad para juntar los fondos mediante colectas, ya que la ayuda oficial no era suficiente.

La decisión de la Liga Patriótica de concretar este homenaje, a través de su comisión, quería acompañar los festejos del centenario de la patria en 1910. Por eso se contrató a Tasso, que terminó la obra en 1911.

Quizás allí comienza un destino que le fue adverso y que ahora parece volver a despertar en su contra. Tasso la envió a Paraná ese año desde Buenos Aires por Ferrocarril y en uno de los depósitos de la estación quedó guardada durante 12 años. Su deambular no terminó allí, luego pasó por el galpón del Corralón de Limpieza municipal durante cinco años más, hasta 1928. Después fue a parar a los depósitos de la Dirección de Obras Públicas de la provincia y finalmente, por gestiones del gobernador Miguel Laurencena, la obra fue guardada en los sótanos de la Casa de Gobierno que dan sobre calle México.

La profesora de historia Teresa Rocha prepara la publicación de una investigación acerca de esta destacada mujer de la historia argentina. El trabajo se titula Gregoria Pérez de Denis. La Benemérita de la Patria. “Benemérita es el título que en agradecimiento le designó el mismo Belgrano por todo su apoyo. En este trabajo demuestro que no es la primera dama patricia como siempre se menciona, en todo caso las primeras son porteñas que tuvieron protagonismo en los episodios de 1810”, explicó la docente en diálogo con ANALISIS. Rocha fue directora del Museo Histórico Provincial Martiniano Leguizamón y desarrolló una carrera docente de 36 años en el Instituto Nacional del Profesorado, con sede en la Escuela Normal de Paraná. En la actualidad sigue en el ámbito de la historia como destacada investigadora.

“Fui con mi sobrino porque le pedí que sacara varias fotos, para luego elegir las ilustraciones de mis escritos. Su pedestal mostraba pintadas de color verde, en el lugar había yuyos crecidos y barro, mucha suciedad y noté que el mármol estaba deteriorado. Más tarde, las fotos sacadas con teleobjetivos develaron que esas marcas eran de perforaciones de balas, de bajo calibre por el tamaño. Algo terrible ya que marcan su rostro y el brazo extendido que da esa pose tan característica a la figura en medio de la verde barranca”, comentó Rocha.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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