Dueños de baldíos

Federico Malvasio
Cientos de casas en diversos barrios de Paraná se encuentran fuera de los marcos legales. Las autoridades competentes no tienen un plan para solucionar el conflicto de los vecinos que hace mucho tiempo viven al margen de la ley. Mientras los propietarios de las casas adquiridas por planes de vivienda de la Asociación Trabajadores Municipales (ATM) esperan una solución que depende de la comuna, la Justicia aguarda para ejecutar un fallo que les otorgue las escrituras de sus viviendas. En el medio, el nombre de algunos funcionarios que estuvieron en los dos lados: en el municipio y en ATM.
-¿En qué estado está la urbanización de los barrios ATM?
-Ni idea, pero la Municipalidad no tiene nada que ver con ese tema.
La respuesta en boca de funcionarios de la comuna paranaense no es nueva. Pero de cualquier manera no es el tema en cuestión. Los planes habitacionales de la quebrada Asociación Trabajadores Municipales (ATM) subsistieron y subsisten a la sombra de la Justicia, mientras esperan que alguna gestión municipal se digne a darles una solución final al respecto. Hace más de 10 años que quienes adquirieron viviendas a través de los planes otorgados por ATM vienen padeciendo “un desinterés” por parte de las gestiones municipales, que deben lotear y urbanizar las tierras.
Propietarios de cientos de casas esperan obtener las escrituras de sus viviendas, que compraron y pagaron por medio de planes. Desde la Municipalidad y Tribunales se adjudican responsabilidades para darles una respuesta a los propietarios. Sin embargo, estos entienden que son las autoridades municipales “las que se lavaron las manos a lo largo de las diferentes gestiones”. Lo cierto es que las casas fueron construidas, vendidas y cobradas por la desaparecida y quebrada Asociación Trabajadores Municipales bajo el amparo de la Municipalidad. En la Fiscalía de Estado municipal recuerdan que muchos de los barrios otorgados por la entidad no sólo no tenían la aprobación de loteos, sino que no cumplían con los requisitos del Código Urbano. “No estaban en condiciones de ser vendidos, pero la asociación igual los vendió”, aseguró una funcionaria. “Inclusive, ATM vendió tierras sin tener planos de mensura, provocando luego problemas entre vecinos porque se superponía un terreno con otro”. El desastre catastral es incalculable. ANALISIS habló con empleados de Catastro municipal y ninguno de ellos pudo dar información precisa de las parcelas adjudicadas por ATM. “No hay planos de barrios y tampoco tenemos puntualizado cuántos son los terrenos que fueron dados por ATM”, dijo uno. Otro lo resumió así: “Todo eso terminó en la Justicia, acá no hay nada”.
¿Por qué se permitió vender terrenos y construir viviendas que no contaban con la habilitación de Catastro? Respuesta: sin palabras. Un gesto con las cejas hacia arriba parece resumir lo que damnificados intuyen en voz baja: “Fue un negociado”. La hipótesis se torna creíble cuando quienes fueron estafados recuerdan que Carlos Martino, funcionario municipal, precisamente en Catastro, era quien estaba a cargo de la adjudicación de los barrios de la entidad. También tienen presente la imagen de Sergio Varisco inaugurando barrios a modo de logros de su gestión y la de uno de los gerentes de ATM, Alejandro Gaggero, que simultáneamente era funcionario de Varisco y luego terminó siendo candidato a intendente de San Benito por el radicalismo.
Lo cierto es que quienes habitan en esos barrios, pese a tener todos los servicios y algunos hasta el plan de gas natural, no pagan impuestos provinciales ni municipales, ya que en Catastro esos terrenos figuran como baldíos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)