El piloto paranaense Matías Russo debutó con éxito a bordo de una Ferrari

“Soy un afortunado”

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Marcelo Comas

Matías Russo disfruta de un merecido descanso junto a sus afectos en la ciudad de Paraná. El piloto debutó con gran suceso en la FIA GT 2, representando al equipo Pecom Racing, y se prepara para llegar en las mejores condiciones a la segunda fecha en el circuito de Monza este fin de semana. Siempre amable y dispuesto, el joven de 22 años manifestó a ANALISIS que vive una nueva etapa en su carrera deportiva en la que ya no lo desvela el dinero para competir al mejor nivel. Ahora sólo se preocupa en llegar a lo más alto en una de las categorías más importantes del Viejo Continente.

Matías Russo atraviesa el mejor momento deportivo. Ya no tiene que buscar en forma desesperada el mango que le permita correr el fin de semana: ahora goza a 300 kilómetros por hora manejando la Ferrari 430 del Pecom Racing, escudería que compite en la FIA GT2.

La cita estaba concertada a las 15 en un bar céntrico. En la calle el sol abrazaba fuerte bajo una cálida tarde otoñal. Poco antes de la hora pactada, el joven de 22 años avisaba vía mensaje de texto que postergaba el encuentro para las 15.30. “Si es a esa hora me salvás la vida”, dijo pidiendo disculpas. Entonces existía la posibilidad de que la entrevista se extendiera más de lo previsto (un cambio de favores por la pequeña postergación).

El pibe que a los 13 años alimentaba sus sueños de campeón en las categorías provinciales, esboza una enorme de sonrisa que deja entrever su paz interior y la alegría que siente por estar compitiendo en el primer nivel internacional. Luego de renegar durante muchos años porque no conseguía el apoyo necesario para formar parte de la elite del automovilismo nacional (Turismo Carretera, para citar a la categoría más importante), el piloto paranaense pudo encontrar su lugar en el mundo.

“Le estoy agradecido por todo lo que han hecho por mí”, dijo respecto de la oportunidad que le brindó el Pecom Racing.

Durante su estadía en Europa se subió a la Ferrari que usó Michael Schumacher en la temporada 2004 de la F1. “No existe nada mejor que eso”, confesó envuelto de emoción.

-¿Te cambió en algo haber empezado esta nueva etapa?
-Sí. Estaba haciendo cosas que no tenía que hacer, como por ejemplo hacer todo el trabajo debajo del auto para estar arriba después. Nunca tenía el tiempo suficiente para terminar de resolver cuestiones extradeportivas y subirme al auto tranquilo. Siempre tenía la duda de que si alguna vez podía dar más de mí, si me dedicaba plenamente a lo que sabía hacer. Y ahora lo noto, que puedo dar mucho más de lo que daba antes. Ahora solamente me tengo que preocupar en estar en buenas condiciones físicas para la carrera y preparar los bolsos para irme.

-¿En qué porcentaje rendías corriendo en las categorías nacionales?
-Estaba dando un 70 por ciento, tal vez menos.

-Dabas mucha ventaja respecto de los demás competidores.
-Sí, porque estaba haciendo cosas que no tenía que hacer, y mi familia lo sabe. He renegado por no dejar de correr todos estos años, he hecho cosas increíbles.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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