Trabajadores descartables

F. P.
Este domingo, a las 21, en la sala mayor del Teatro 3 de Febrero se presentará Muerte de un viajante, una versión de Federico González del Pino y Fernando Masllorens sobre el clásico de Arthur Miller. Protagonizada por Alfredo Alcón, cuenta con las actuaciones estelares de Diego Peretti, María Onetto, Sebastián Pajoni y un grupo de prestigiosos artistas, bajo la dirección de Rubén Szuchmacher. El diseño de escenografía es de Jorge Ferrari y el diseño de iluminación de Gonzalo Córdova.
Esta función se enmarca en una gira nacional luego de su exitosa temporada en Buenos Aires. A pesar de que el texto original fue escrito en inglés y se ambienta en las grandes ciudades norteamericanas, la historia puede extrapolarse a cualquier familia del capitalismo global.
Willy Loman (Alfredo Alcón) ha trabajado como viajante de comercio durante toda su vida para conseguir lo que cualquier hombre desea: comprar una casa, educar a sus hijos Biff (Diego Peretti) y Happy (Sebastián Pajoni) y darle una vida digna a Linda, su mujer (María Onetto). Tiene 70 años y está extenuado; pide un aumento de sueldo, pero se lo niegan y acaba siendo despedido “por su propio bien”, pues ya no rinde en su trabajo como antes. Todo parece derrumbarse: no podrá pagar la hipoteca de la casa y, para colmo, sus dos hijos no hacen nada productivo. ¿No se ha sacrificado siempre para que estudiaran y tuvieran un futuro? A medida que avanzan las horas, la avalancha de problemas crece de modo imparable, pero Willy vive otra realidad, en otro mundo: ¡ha soñado con tantas cosas! Ha sido un trabajador perfecto, un padre perfecto y marido: ¿dónde está el error?, ¿en él o en los demás?
Arthur Miller comenta: “La tragedia de Willy Loman está en que dio su vida, o la vendió, para descubrir que la había desperdiciado. El que siga habiendo tantos Willy en el mundo se debe a que el hombre se supedita a las imperiosas necesidades de la sociedad o de la tecnología aniquilándose como individuo. Pero la obra trata de algo aún más primitivo. Como muchos mitos y dramas clásicos, es una historia sobre la violencia en el seno de las familias”.
Las entradas están en venta en la boletería del Teatro 3 de Febrero a 80 pesos la Platea, 60 la Tertulia y 50 pesos el Paraíso.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)