Contratapa

Falsa alarma

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Charles Parker

“A mí me picó un chancho-mosca y casi que me cuela el dengue”, señaló Santiago Gaitán este martes, mientras servía un guiso de lentejas para la delegación de la OMS que visitó Conscripto Bernardi. El líder entrerriano, que se convirtió en un referente para políticos de todo el mundo por su lucha contra las dictaduras, fue el encargado de mostrar a los investigadores de Salud el caso del Chancho-mosca, un insecto autóctono que descubrió mientras caminaba por la provincia repartiendo barbijos y fue atacado por un jabalí. “Me picó el brazo izquierdo, me dejó una roncha como una pelota, y a la noche tenía la fiebre”, relató Gaitan. “Después lo cazamos, lo metimos en un tacho y lo llevamos al hospital por si había que extraerle el veneno. Ahí me puse la antitetánica. Me dijeron que ya estaba curado, pero a la noche nos comimos el chancho asado, y casi nos morimos”, prosiguió. Casi de inmediato, el legislador entrerriano ordenó fumigar todos los chiqueros del departamento Federal y de Paraná Campaña, y se ofreció como caso de estudio para que el panel científico del gobierno pudiera investigar esta nueva cepa del virus, que se transmite “a través de unas moscas del tamaño de un chancho”, según señaló el mismo Gaitán a la OMS. Aunque las autoridades sanitarias le confirmaron que ya está fuera de peligro, Gaitán pidió a la gente que “no se coma a este tipo de bichos”, y convocó a los expertos internacionales para confeccionar una campaña de divulgación a nivel internacional, para evitar que la mutación cause otras víctimas fatales. “Esto pasa por eso del medioambiente, y de que hubo una dictadura, pero yo voy a luchar”, dijo emocionado Gaitán, después de chuparse de dos hojas de laurel. Y la gente lo aplaudió de pie como siempre.

(El texto completo se publica en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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