Un escenario muy complejo para el segundo semestre

Las finanzas provinciales después del 29 de junio

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845

Antonio Tardelli

Al momento de admitir las dificultades financieras del sector público, los oficialistas recurren a una expresión que apenas disimula los temores. Hablan del “equilibrio precario” que presentan las cuentas del Estado. Lo precario es algo que se puede derrumbar en cualquier momento y así el escenario a futuro dibuja, más que nada, incertidumbres. Con un panorama complicado para el segundo semestre del año, el gobierno de Entre Ríos le prende una vela a su estrategia de alineamiento con el poder central. Sólo la asistencia del gobierno nacional lo librará del aprieto que supone un déficit mensual que supera los 30 millones de pesos. Lo estructural y lo coyuntural se asocian: se han encendido todas las alarmas.

Hacia finales de 2008 al Estado entrerriano le estaban faltando 350 millones de pesos. Hubiera necesitado contar con esa cifra para afrontar debidamente todos sus compromisos. Los sueldos de los agentes públicos fueron abonados en enero. El gobierno no pudo siquiera alcanzar un equilibrio mediante los recursos que la Nación le giró en concepto de cobertura del déficit de la Caja de Jubilaciones. El gobierno central adeudaba montos correspondientes a 2007 y 2008. Fue una cifra considerable, 150 millones, pero insuficiente.

El ministro de Economía, Diego Valiero, sabe que, aún contando monedas, debe reunir mensualmente los 260 millones de pesos que representa la masa salarial. Su situación de dependencia del Palacio de Hacienda es evidente. En su momento la recaudación propia orillaba el 25 por ciento de los recursos. En la actualidad, y no porque se hayan incrementado las remeses nacionales, la relación es de 80 a 20. Pero además el cuadro encierra una inquietante particularidad.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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