Las plataformas que se ponen a consideración del electorado de Entre Ríos

Los más y los menos de la oferta electoral

Edición
847

Antonio Tardelli

Ni el actual nivel de politización, que supera al de comicios anteriores, impide que determinados sectores de la población exterioricen su fastidio hacia el comportamiento de los dirigentes. Malestar amortiguado y reconducido desde el repudio generalizado de 2001 y 2002, el rechazo se expresa mediante una serie de latiguillos que no siempre se ajustan a la realidad. Uno de ellos es: “No hay propuestas”. En realidad, las propuestas existen. Oportunamente las 10 fuerzas que competirán en Entre Ríos presentaron sus plataformas ante la Justicia Electoral. De su lectura surgen curiosidades: la más parca, la que menos dice, es la de quien tiene mayores chances de victoria, el Frente Justicialista Entrerriano. La más extensa, la del peronismo disidente. Sólo tres fuerzas hablan de la deuda externa y algunas partidos incluyen propuestas de orden provincial para una elección en la que se escogen diputados nacionales.

Toda la oferta del oficialismo (la lista es encabezada por Raúl Barrandeguy) se resume en 15 líneas. Media hojita redactada con el entusiasmo de quien llena un formulario es suficiente para enumerar las proposiciones del partido de gobierno. Su autor no se esmeró. Habla de que es conveniente “superar la marginalidad y la pobreza, fomentando la solidaridad, la estabilidad laboral y la defensa de los derechos de los trabajadores”. Se insiste en la necesidad de “promover la producción entrerriana” y toda alusión al conflicto rural es evitada bajo la fórmula de “apoyo a los pequeños productores agropecuarios”. A otra cosa.

El Acuerdo Cívico y Social (Atilio Benedetti) fue algo más explícito. Su plataforma llega a dos carillas y media. Tras una introducción que caracteriza el momento político, ingresa al terreno de las propuestas concretas sin dejar de mencionar que es imprescindible construir una alternativa a la actual hegemonía. La alianza liderada por la UCR postula “una reforma tributaria integral que revierta el carácter regresivo del sistema vigente” y una nueva Ley de Coparticipación que acabe con la discrecionalidad del poder central. Propone ingresos y asignaciones universales para la niñez y la ancianidad; y se compromete a bregar para que se le otorgue la personería gremial a la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA).

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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