Pasos en la habilitación de una multinacional

Al poderoso, camino de flores y masajistas

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886

Daniel Tirso Fiorotto
(Especial para ANÁLISIS)

Como hizo el Uruguay con Botnia, la municipalidad de Paraná, el gobierno provincial y ciertos profesionales de Paraná infringieron todas las normas del proceso para habilitar, contra viento y marea, una gran superficie comercial en Paraná.

Lograron así zafar de las audiencias públicas y los procedimientos para las autorizaciones, que hubieran puesto freno a la ambición expansiva del comercio más grande y glotón de la tierra: Walmart.

A los Walton, integrantes de la familia más rica del planeta (duplican el capital de Bill Gates), habituados a arrasar con las economías locales para imponer sus negocios, y por supuesto estadounidenses, la política de los hechos consumados que eligieron el gobernador Sergio Urribarri y el intendente José Halle y sus aliados de la clase media les cayó como regalo del cielo.

No dejó de sorprender que algunos empresarios argentinos se animaran a reprocharles esa política y dijeran que quienes la practican son “inescrupulosos”. Más raro aún fue que entre los que señalaron y firmaron esos disvalores en sus jefes estaba nada menos que un funcionario kirchnerista de Urribarri: Aldo Bachetti. En cuya área (la Secretaría de la Producción dirigida por el otrora combativo Roberto Schunk) se habilitó el nuevo desembarco de Walmart.

Los damnificados piensan hoy que el gobernador, como el tero, “en un lado pegaba el grito y en otro ponía los huevos”.

El caso es que en la sugestiva estrategia política de acompañamiento a Walmart y protección de sus intereses a cualquier costo, el municipio y la provincia terminaron denunciados por no cumplir artículos muy precisos de la Constitución provincial, por eludir normativas municipales, por saltarse nada menos que el obligatorio llamado a audiencias públicas y las consultas a los ciudadanos; y denunciados también por incumplir con los estudios de impacto exigidos por la ley en los aspectos socioeconómico, laboral, urbanístico, ambiental, y descuidar el equilibrio que las normas obligan en las relaciones sociales.

El proceso que llevó a la instalación de Changomás para que abra sus puertas en junio o julio (cerca del Día de la Bandera argentina o del Día de la Independencia, para seguir con la burla), resultó al fin muy parecido al conflicto por la construcción de la pastera de Botnia, por la violación de procedimientos.

Todos con Walmart

Alejandro Cánepa, Tomás Arias, Luis Lorefice, fueron los mosqueteros del intendente Halle en la defensa y promoción de los intereses de Walmart a capa y espada, junto a los técnicos y profesionales representantes de entidades más o menos anémicas, que convalidaron la habilitación haciendo oídos sordos a las advertencias de otros expertos que sí consideran el aspecto humano en iniciativas de esta índole.

Esos funcionarios y ex funcionarios actuaron junto al titular del Sindicato de Empleados de Comercio, Daniel Ruberto, que puso empeño adicional en facilitar a Walmart la expansión hacia el barrio Paraná XIV, con sobrados argumentos que dijo en público, y razones que todavía no expuso.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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