Ganó la indiferencia

Hugo Remedi
Al lado del hecho de que de cada cinco personas habilitadas para votar en las elecciones del IOSPER el viernes pasado haya concurrido sólo una, el resto es en verdad una anécdota menor.
Podrá admitirse, también es cierto, que nunca desde que se instauraron los comicios para elegir autoridades en la obra social más importante de la provincia, la afluencia de votantes haya sido más suculenta en términos de cantidad que la última. Naturalmente, la realidad de estos días no deslegitima de ningún modo la exasperante indiferencia que profesan ante estos acontecimientos cumbre quienes son los verdaderos dueños de la obra social: sus afiliados.
En ese embudo de desidia convergerán acaso factores de diversa índole y para ello bastará realizar una visita al gráfico, donde los porcentajes de concurrencia difieren casi sustancialmente entre los distintos agrupamientos puestos a la consideración electoral.
Dejando por un momento de lado el alto porcentaje de votantes que se dio en el agrupamiento Trabajadores del IOSPER, lo cual supone un hecho casi obvio, podrá observarse que el mayor porcentaje de votos se dio en el agrupamiento correspondiente a los municipales y, por el contrario, muy bajo en lo que hace a docentes y activos del Poder Ejecutivo.
Por un lado, la evidencia muestra que la falta de obligatoriedad para concurrir a votar, en general, se paga con indolencia. Y no deja de ser una muestra acaso simbólica de lo que también sucede a la hora de convocar a elecciones para elegir Presidente de la Nación o gobernador de la provincia, por caso si la falta de concurrencia a las urnas no fuese punible.
Más quejas que compromis
Pero, por otro lado, es sufriente observar la incuria con la que la ciudadanía –en este caso los afiliados al IOSPER- deja en manos de otros su propias responsabilidades y, como consecuencia de ello, su propio destino. Porque convengamos que en esto de la obra social está en juego nada más y nada menos que gran parte de la salud propia y la de los seres más queridos cuando menos.
Parece cierto aquel refrán que sentencia que la gente se acuerda de la obra social sólo cuando está enferma. Lamentable.
Volviendo al análisis de la última elección, podrá verse que quienes mayor presencia tuvieron en el comicio electoral fueron los municipales, que, sin subestimarlo de ninguna manera son quienes se presentan como los más permeables a ser llevados de la mano a votar. En general, la maquinaria sindical en estos casos mueve la estructura de un modo dinámico contando con el beneplácito que emerge a raíz de las necesidades cotidianas de trabajadores de limitados recursos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)