Entre Ríos exhibe el menor crecimiento demográfico de todo el país

Provincia para pocos

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Daniel Tirso Fiorotto
(Especial para ANÁLISIS)

Los datos oficiales del Censo 2010 demostraron que la provincia de Entre Ríos expulsa a sus habitantes por falta de oportunidades de trabajo, a razón de 50 personas por cada día hábil. Eso ocurre desde hace por lo menos 60 años, y continúa. En una semana se van de la provincia unas 60 familias, y esta sangría demográfica ha sumado sólo en las últimas seis décadas unos 750 mil habitantes, todos desterrados.

Los datos surgen de comparar el crecimiento demográfico total de la Argentina, con el crecimiento de Entre Ríos, siempre menor. Este mes, las autoridades nacionales admitieron que el país aumentó su población un 10,6 por ciento, y esta provincia apenas alcanzó el 6,7 por ciento.

La Argentina subió de 36,26 millones de habitantes a 40 millones. Entre Ríos pasó de 1 millón 158 mil a 1 millón 236 mil habitantes, entre 2001 y 2010.

Hacía muchos años que esta provincia no tenía un registro tan bajo, aunque en las últimas décadas se caracterizó siempre por competir entre los territorios de menor aumento poblacional. La incapacidad para retener a sus propios hijos es un flagelo en toda la provincia, y se acentúa en el centro norte entrerriano.

Durante el período de mayor crecimiento económico que ha tenido la Argentina en casi toda su historia, con récord sobre récord de producción y exportaciones (soja, más que nada), ayudada por los altos precios internacionales de su materia prima y una gran demanda, Entre Ríos también multiplicó la producción de esa materia prima cara, la soja, pero al mismo tiempo profundizó su proceso expulsor de habitantes.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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