Sigue la puja medios vs. gobierno

La comedia que supimos conseguir

Edición
947

Hugo Remedi

Ningún medio maneja la vida de la sociedad, es absolutamente mentira. Para ello sólo basta con que cada hombre, cada mujer, se encuentre de frente con su propia realidad; además de admitir que muchos no son demasiado proclives a los grandes medios, sean televisivos, radiales o escritos, sobre todo en temas que no tengan que ver con el entretenimiento en sí mismo. Y la gente que lo hace, en general, ya tiene opinión formada y, en todo caso, no es sujeto de sumisión sino cómplice de la orientación mediática.

Mucho se batalló desde lo ideológico cuando se trató el proyecto sobre la nueva Ley de Medios. En verdad, el sentimiento de cambio se venía arrastrando desde hacía mucho tiempo, pero lo que eclosionó la iniciativa fue la disputa que el gobierno comenzó a transitar contra los diarios Clarín -fundamentalmente- y La Nación en el medio de la crisis del campo, año 2008. Todo comenzó desde un sentir genuino pero terminó enmarañado en disputas de otro tipo y ello ensució la esencia de la idea original.

Lo único cierto es que desde que se promulgó la nueva Ley de Medios nada, absolutamente nada, cambió en lo que hace a “purificar” los tentáculos del “diablo” que tanto preocupaba al gobierno. Bastó la elección interna y obligatoria del pasado 14 de agosto para que se dieran cuenta de que se habían metido en semejante infierno sin necesidad.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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