“Tengo el orgullo de decir que fui vanguardia en Paraná”

Soledad Comisso
-¿Tu amor por el teatro cómo nació?
-En 1986 u 1987 estaban dando talleres en la Alianza Francesa y yo tenía un grupo de amigos que participaba de eso, así que me inscribí y ahí comenzó todo. Yo ya venía viendo teatro, porque esa fue una época de una eclosión cultural muy importante en la ciudad, de todo lo que era música, cine y por supuesto teatro. Así que ahí me empecé a interiorizar en base a estos talleres y jamás dejé el teatro. Arranqué, le di con todo y nunca más paré.
-¿Qué es lo que más disfrutás de hacer teatro?
-La adrenalina que surge como consecuencia de protagonizar una obra, de estar arriba del escenario. Te da una sensación que es indescriptible e intransferible, que a cada uno le toca determinadas cosas interiores, pero sobre todo te toca el ego… (risas). Las sensaciones que se producen son muy diversas, intensas y muy lindas.
-¿Preferís actuar o dirigir?
-Actuar es lo que más me gusta. El papel de director se fue dando en la vida, de a poco. No hay tantos directores y como también empecé a dar clases, ahí surgieron obras y también quién iba a dirigir. Es muy agradable dirigir, es muy lindo, pero es otra cosa, no se siente la misma adrenalina.
-¿También das clases?
-Sí, es algo que me gusta mucho. Es más, si tengo que elegir entre actual, dirigir o dar clases, me quedo dando clases. Me gusta mucho porque he adquirido, gracias a mi esfuerzo, mucho conocimiento y eso no sirve de nada si uno no puede transmitirlo. No me lo quiero llevar a la tumba, quiero compartirlo. Me encanta brindarle todo lo que puedo a la gente, tanto en lo cultural como en lo político. Básicamente, me gusta brindar mis conocimientos, lo poco o mucho que pueda tener, para devolverle de alguna forma a la sociedad todo lo que me dio.
(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)