Sin mesa de paritarias

Hace una semana que no se alcanza un acuerdo. El reclamo es común, pero a una de las partes no se la ha visto en esta situación. El conflicto salarial entre el gobierno nacional y las fuerzas de seguridad puso en debate nuevamente la idea de sindicalizar las estructuras encargadas de garantizar la paz social. ¿Qué hacer cuando el reclamo viene, por ejemplo, por parte de la Policía? ¿Cuál sería el ámbito para abordarlo? Estas preguntas se podrían responder alrededor de otro interrogante: ¿Se debe sindicalizar a las fuerzas de seguridad?
El diputado nacional Raúl Barrandeguy fue la primera voz que se escuchó luego de las horas de tensión que se vivieron en Capital Federal cuando un grupo de agentes de Gendarmería y Prefectura salieron a la calle por el Decreto 1.307/12, que dispuso un nuevo ordenamiento salarial y que derivó, supuestamente, en una rebaja de sueldos.
“Se debe avanzar hacia la sindicalización de las fuerzas de seguridad porque no tienen con quien reclamar. Ésta sería una forma de canalizar la actitud de los trabajadores, porque si no habría que llevar a dialogar a todos los efectivos, incluso a los pasivos”, apuntó en declaraciones radiales el legislador del Frente para la Victoria. Y agregó: “Obviamente que estos sindicatos no podrán hacer acciones como paro o retención de tareas. Pero creo que realmente sería muy saludable la sindicalización”.
Leído así parece que los márgenes para disentir no son demasiados. El secretario de Justicia de la provincia, Rubén Virué, se inclina por esa posición. “Es un debate complejo y de larga data que encuentra opiniones diferentes: hay quienes creen que las fuerzas de seguridad son estructuras verticales que deben responder al poder político. Yo eso no lo comparto. En lo personal, creo que habría que sindicalizar a la Policía, porque lo ocurrido en estos últimos días responde a la falta de vinculación laboral entre las fuerzas y las autoridades”, apuntó el funcionario a ANALISIS. Y agregó: “Este conflicto se pudo haber evitado si las autoridades hubiesen escuchado, en un ámbito laboral, a los representantes de los trabajadores”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del 11 de octubre de 2012).