“Nada de lo que pensé para su muerte ocurrió”

Camila Fernández
(especial para ANALISIS)
Walter Operto llegó a Bolivia la mañana del 10 de octubre de 1967. El fotógrafo Hugo Lazaridis lo acompañaba. Fueron enviados por la revista Así, propiedad del periodista Héctor Ricardo García, en aquellos años también dueño del diario Crónica. Tres días antes de la llegada de Operto, Ernesto Che Guevara escribía en su diario que ya se habían cumplido 11 meses de la lucha guerrillera en Bolivia. Contaba acerca de una “vieja” pastoreando sus chivas que entró en el lugar de acampe y que hubo que apresar. Que de la información que brindó la mujer podía desprenderse que se encontraban aproximadamente a una legua de La Higuera. Que no había visto a los soldados. Que no sabía nada más. Que se le dieron 50 pesos para que no hable.
Operto y Lazaridis aterrizaron en Santa Cruz de la Sierra. Llegaron en un pequeño avión Cessna de cuatro plazas, piloteado por Miguel Fitzgerald, el mismo hombre que en 1964 voló solo hasta las islas Malvinas para clavar una bandera argentina. Hacía algunos años que al Che Guevara se lo consideraba desaparecido. Algunas versiones decían que estaba preso en Cuba, otras en África y hasta se dijo que había muerto. El interés de la revista Así era cubrir lo que aparentaba ser la derrota de la primera experiencia foquista de guerrilla luego de la Revolución Cubana. Sabían que en la Quebrada del Yuro la última de tres columnas de guerrilleros estaba siendo rodeada.
Era la madrugada del 8 de octubre. La orden del Che Guevara fue dividir al grupo en dos. Los enfermos adelante, el resto tenía que quedarse a enfrentar a las tropas del Ejército de Bolivia. El Che fue herido en la pierna izquierda por los Rangers bolivianos, soldados entrenados por la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA), en un combate que duró alrededor de cuatro horas en la selva. En un momento final, los soldados bolivianos vieron aparecer a un hombre rendido con una bandera blanca diciendo “No me maten, soy El Che Guevara, para ustedes valgo más vivo que muerto”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del 8 de Noviembre de 2012)