La agresión a Massa y sus fuentes verbales

Caen piedras y el gobierno dice que son revoluciones

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993

Antonio Tardelli

Es casi un milagro que no hayan devenido más frecuentes sucesos como los protagonizados este fin de semana por simpatizantes kirchneristas, al agredir una caravana del candidato antes oficialista y hoy opositor Sergio Massa.
En modo alguno un episodio de esta naturaleza puede considerarse fortuito, accidental, contingente.

Reúne en sí mismo todos los componentes de lo previsible. No se pueden evitar los efectos de una secuencia que conduce a su necesario desenlace.

Un vehículo de campaña es sorprendido por piedras y huevos. Un candidato recibe un hondazo en el pecho. Llueven toscas y ladrillos. Hay heridos. Los proyectiles parten desde hogares humildes. Se ven armas de fuego. Todo acaba entre corridas. La violencia se impone.

Es, claramente, un acto de incivilización política.

El término “civilización” connota algo en la historia argentina y encierra una carga esencial que los revisionistas, hoy voceros de la historia oficial, de la narración estatal, se encargan de subrayar. Mas, ¿qué si no incivilización política expresa el episodio –no inédito pero siempre repudiable– del que Massa fue víctima?

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del 26 de septiembre de 2013)

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