Narcotráfico y catecismo

Círculo rojo

Edición
997

Federico Malvasio
(Especial para ANÁLISIS)

No debía conocerse de antemano, pero finalmente se supo. Fue la reunión que Sergio Urribarri mantuvo con los obispos el jueves pasado. Se filtró en la prensa y los prelados llegaron a Casa de Gobierno con la carga de tener que hablar de un tema que ni siquiera estaba en su agenda: el narcotráfico.

¿Qué sucedió entonces? El duro documento de la Iglesia sobre la comercialización y consumo de drogas en el país, y la polémica generada en torno a hechos cotidianos que cada día se repiten con más permeabilidad, dieron por hecho que el cónclave en Casa de Gobierno tenía ese tema como asunto ineludible. No fue así, según reconstruyó ANÁLISIS.

Juan Alberto Puíggari (Paraná); Jorge Lozano (Gualeguaychú) y Luis Collazuol (Concordia) se sentaron en el Salón de los Gobernadores y le achacaron al mandatario que el encuentro haya salido en los medios. Urribarri, rápido, les respondió que las fuentes citadas que daban cuenta de la noticia en los sitios eran eclesiásticas. Punto y aparte.
Los católicos, sin inmutarse, plantearon su tema: incrementar la inversión del Estado en los colegios privados y católicos, y reincorporar el dictado del catecismo en esas entidades educativas. El Consejo General de Educación (CGE) había suprimido esa cuestión a través de una resolución. En abril, en Concepción del Uruguay, la Iglesia realizó el congreso provincial de educación católica, cuyas conclusiones presentaron la semana pasada al titular del Ejecutivo y entre las que se encuentra la necesidad de bregar por “fortalecer nuestra identidad de escuelas católicas evangelizadoras y promotoras del bien común en la sociedad”.

(Más información en la edición número 997 de ANALISIS del 28 de noviembre de 2013)

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