Literarias

De los personajes y el autor

Edición
1027

Pablo Javier Canavelli

Oscar Cardoso -cuenta Ernesto-, nace de la historia que le contara un taxista en Buenos Aires. De esos tacheros como muchos que llegaron del interior profundo con una historia densa, cargada de tristezas y frustraciones, pero con todas las ilusiones puestas en las luces y las calles de la gran ciudad. Ernesto dice que el taxista le cuenta que llegó, creo si mal no recuerdo, de Santiago del Estero, del interior de la provincia, luego del fallecimiento de su madre y de su padre, y que llegó a Buenos Aires con algunas pilchas y una foto que le regalara su padre días antes de morir. Dice que el taxista le cuenta que su padre al darle la foto le pide que por favor viniera a la ciudad a buscar a la mujer de la foto (una morocha grandota, de vestido rojo), que con ella iba a encontrar la felicidad.

Como a todo mandato paterno, el hombre lo acata sin cuestionar, más allá del entendimiento que pudiera tener sobre el mismo. Y llega así a Buenos Aires a trabajar en una panadería, de ayudante por las noches. Durante el día, vaga por las calles de la ciudad, más precisamente de Retiro, cuando por esos tiempos el Parque Japonés se encontraba donde hoy está el Hotel Sheraton y fue en ese parque que conoció a una mujer que desde que la vio lo prendó. Semanas enteras y quincenas completas dilapidó en paseos por el parque hasta que se decidió a encarar a la pretendida. Le cuenta a Ernesto que la charla fue cortita, que apenas la invitó, la muchacha sólo atinó a decir que la siguiera al salir del trabajo sin decir una sola palabra. Y eso fue lo que hizo. La siguió hasta la parada de un colectivo a unas cuadras de distancia, subió al mismo micro que la joven, se bajó en La Boca en la misma garita que ella y caminó tras sus pasos a una prudente distancia hasta que la joven dobló en una esquina en la que parecía que el barrio se perdía.

Al verla desaparecer apuró el paso y cuando la distinguió a la distancia, se percató de que eran aproximadamente diez los hombres que la seguían en idéntico frenesí.

Hasta acá la historia que dice Ernesto que le contó el taxista en un recorrido por las calles de Buenos Aires, y a la cual Ernesto, esa misma noche decidió transformar en un cuento tomando el trasfondo de tristeza e ingenuidad de un hombre del interior cazado por una mujer de mundo en una ciudad cosmopolita. Así nace Oscar Cardoso, el personaje. Y Ernesto nos cuenta que va escribiendo el cuento, tal como se lo contó el taxista, con algunos aditamentos literarios, hasta que llega el momento del final, en donde el personaje, Oscar Cardoso dobla en esa fatídica esquina y cae en la cuenta de que fue burdamente engañado por una mujerzuela que sólo buscaba atraer clientes a su negocio.

(Más información en la edición gráfica número 1027 de la revista ANALISIS del 27 de agosto de 2015)

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