“Estoy pasando uno de los mejores momentos de mi vida”

Soledad Comisso
—¿Cómo se decidió a estudiar Derecho?
—Estudié Derecho por casualidad, porque mi idea era ser oficial de policía, pero mi primo Pablo Biaggini me convenció de estudiar abogacía para acompañarlo a él. Así que estudiamos juntos en Santa Fe y a los 22 años me recibí.
—¿En qué momento decidió dedicarse al Derecho Penal?
—Luego de que me recibí ingresé a trabajar en un estudio y en ese lugar había muchos abogados, pero nadie hacía Derecho Penal, así que comencé a dedicarme a eso. A los 22 años comencé con mi carrera judicial con causas penales y luego me independicé y puse mi propio estudio.
—También se dedicó a la actividad pública, por ejemplo en la Oficina Anticorrupción…
—Hace muchos años, cuando fue creada, estuve a cargo de la misma y recuerdo que hicimos un trabajo muy importante, donde pudimos desentrañar muchos ilícitos producto de la segunda gestión del gobierno de Sergio Montiel. Se llevaron a la Justicia muchas causas penales donde hemos denunciado varias cuestiones. Luego de esto me ofrecieron la posibilidad de ingresar como director jurídico al Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE), que para mí significó un avance muy grande y algo totalmente distinto a lo que yo venía haciendo. Desde 2005 soy parte del EPRE, que es el organismo que controla a las distribuidoras eléctricas y cooperativas de la provincia. Luego de unos años, el gobernador Sergio Urribarri me propuso que deje la división jurídica para pasar a ser el interventor y el máximo responsable en este organismo. Me pone muy orgulloso poder integrar actualmente esta gestión.
—Volviendo a la cuestión penal, ¿hay algún delito que no defienda?
—Quien ejerce el derecho penal no está para juzgar a la persona que defiende, sino para proteger de la mejor manera posible los derechos del debido proceso de esa persona, que está supuestamente responsabilizada de un delito. Sin perjuicio de esto, yo no tomo causas en las que están imputadas personas por abuso. Sin querer prejuzgar a esas personas, de antemano no tomo ese tipo de causas. Siempre se debe pensar en el principio de inocencia, salvo que se demuestre lo contrario, pero más allá de esta circunstancia, este tipo de delitos no los defiendo.
(Más información en la edición gráfica número 1027 de la revista ANALISIS del 27 de agosto de 2015)