El lápiz de Bordet

D.E.
Gustavo Bordet habla solamente con integrantes de su círculo íntimo sobre quiénes serán sus colaboradores en el futuro gabinete provincial, a partir del 11 de diciembre. O sea, no más de dos personas, y el gobernador Sergio Urribarri no tiene incidencia, según pudo saber ANÁLISIS. “Le dejó las manos libres para que decida”, indica un allegado. Es más: recién el martes mantuvo una reunión con su compañero de fórmula, el ahora vicegobernador electo Adán Bahl, para anticiparle algunos detalles sobre nombres y cargos. Y anunciarle que el mismo 11 de diciembre exigirá a todos los funcionarios de la provincia que presenten sus respectivas renuncias a los cargos que ocupan. Luego se verá qué sucede con cada uno de ellos.
De hecho, Urribarri solamente pidió por su hijo Mauro, quien dejará el Senado provincial donde era secretario, para transformarse en jefe de Gabinete. Es decir, un lugar clave en la administración provincial, aunque se desconoce si la cabeza de los jóvenes urribarristas tendrá suficiente criterio y amplitud para moverse, convencer a la oposición legislativa y mediar si es necesario con los intendentes de Cambiemos, que no son pocos. Mientras tanto, el hijo político del gobernador ya pidió un lugar clave: lo que sería la Secretaría de Información Pública (puesto que desaparecería el Ministerio de Comunicación, que solamente se transformaría en Cultura). Allí pretende ubicar a Nicolás Pierini, actual secretario de la Cámara de Diputados de la provincia y oriundo de Concordia. Incluso, tendría el aval del ministro Pedro Báez, también diputado provincial electo, quien habría pedido que debajo de Pierini permanezca Maricel Brusco. La actual secretaria de Información Pública, además, acompañó al electo Bordet en buena parte de la campaña por la provincia.
Pierini siempre fue de bajo perfil y solamente conocido en Patronato o Concordia, su lugar de origen. De hecho, fue el nexo del gobierno con José Gómez, el presidente de la entidad futbolera, para ocuparse de los requerimientos económicos u operativos y más de una vez hizo de secretario privado del propio gobernador, cuando fue requerido para “solucionar” temas.
Al parecer, tanto Mauro Urribarri como Pablo Aguilera (actual director de la Casa de Entre Ríos en Capital Federal) querrían mantener el poder en el Senado, en especial con dineros públicos, contratos y subsidios, pero Bahl no estaría de acuerdo y por ende ubicaría allí gente de su confianza. El aún ministro de Gobierno sabe que no está en condiciones de vivir una situación similar a la que tuvo el ex vicegobernador Héctor Alanis, actualmente procesado en la causa por desvíos de fondos millonarios del Senado entre 1995 y 1999, junto a Maximiliano Crettón Pereyra (ex secretario administrativo), cuando hubo un panorama parecido en cuanto a la conformación de las bancas, en tiempos en que la UCR fue mayoría.
(Más información en la edición gráfica número 1033 de ANALISIS del jueves 19 de noviembre de 2015)