“A los alumnos hay que enseñarles a tener un pensamiento crítico”

Soledad Comisso
—¿De dónde es oriundo?
—Soy de Paraná. Viví acá hasta que me mudé a Tierra del Fuego, cuando tenía 25 años. Estuve 12 años trabajando como docente y luego volví a la provincia, pero me fui a vivir a Colón. Allí desarrollé mi actividad en escuelas privadas y también públicas.
—¿Por qué se fue a vivir a Tierra del Fuego?
—Mi idea era crecer y trabajar. La situación allá, en ese momento, daba para tener una expectativa más positiva. Se abrió la posibilidad de ir por un conocido que estaba trabajando en el sur y me fui. Fue todo un desafío y un sueño. Allí también me casé y tuve hijos; los dos mayores son fueguinos. Fue una experiencia muy linda y positiva, tanto en lo personal como en lo familiar y en lo profesional. Luego de 12 años nos volvimos a vivir a Colón.
—¿Y por qué volvió a Colón y no a Paraná?
—Mi señora es de Colón. Fue una decisión familiar que tomamos de dónde establecernos. Colón es una ciudad hermosa y muy tranquila. A mí me encanta Paraná, pero allá es más tranquilo. Además queríamos tener una vida familiar más profunda y creímos que en una ciudad más chica lo íbamos a conseguir.
—¿Cada cuánto vuelve a Colón?
—Paso la semana en Paraná. Los viernes a la tarde vuelvo a Colón y los domingos retorno a la capital provincial. A mí me gusta viajar, no tomo esto como una cuestión que me ponga mal o influya en mi estado de ánimo. También nos acostumbramos familiarmente a esta situación y tenemos todo organizado. Además tengo hijos grandes ya. Soy casado, este año cumplimos 30 años de casados con mi esposa. Tengo un hijo de 27 años que es ingeniero, una hija de 24 que es casi licenciada y el más chico de 17 años.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del jueves 3 de diciembre de 2015)