La política se rinde ante UPM y las trasnacionales

Del grito blanco a la bandera blanca

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1050

Antonio Tardelli

La bandera blanca de rendición, evidencia de que Entre Ríos ha dado por perdida la lucha ejemplar protagonizada por la ciudadanía de Gualeguaychú, exige explicaciones. E instrumentos. Pero las determinaciones políticas se plasman, aparentemente, desde una postura preconcebida. Todo lo que se alega, en realidad, es justificación y no fundamento.

Lucen precarias las razones oficiales. Alega el gobierno provincial: derogo la prohibición de comercializar rollizos entrerrianos a la República Oriental del Uruguay para desarrollar la actividad forestal de modo tal de favorecer la industrialización. ¿Y entonces? ¿Por qué es necesario rehabilitar la venta al Uruguay de una madera que queremos industrializar en Entre Ríos?

No cierra. Asoma insuficiente el argumento de vender el rezago. Al mismo tiempo, el Poder Ejecutivo le da forma institucional a su anuncio mediante un proyecto de ley que impulsa un plan de desarrollo maderero.

El texto consta de seis artículos. Uno de ellos levanta la restricción impuesta en su momento por la Ley 9.759. Los otros cinco, da toda la sensación, fueron puestos ahí para que el controvertido Artículo 4 no quede tan solito. Son decorado.

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