Las joyas del abuelo militar

Jorge Riani
Los campos que el Ejército argentino tiene en Entre Ríos quedaron a tiro de privatización, pero fuera del plan de traspaso que el gobierno de Mauricio Macri decidió y que sí afecten a 39 inmuebles distribuidos en distintos lugares de la Argentina y que están aún bajo la órbita castrense.
La intención ya es una decisión transparentada en el Boletín Oficial, donde se publicó el decreto para la enajenación de los bienes a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), como paso previo a la venta de los campos y edificios que todavía pertenecen al Ejército. Del total, 26 inmuebles se encuentran ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuatro en el Gran Buenos Aires, cuatro en Córdoba, tres en Mendoza y dos en Salta.
Pero sin dudas, la noticia que sobresalió se refiere a la venta de campos, ubicados en Córdoba y Mendoza. Concretamente unas 8.300 hectáreas ubicadas en el departamento Unión, al sur de la provincia mediterránea, y unas 10.000 hectáreas en la localidad mendocina de Tunuyán.
El anuncio de la venta generó controversia en los lugares de asentamiento de esos campos, y en especial en Mendoza. Mientras el gobierno nacional habla de que, además del ingreso a las arcas públicas por esas ventas, el traspaso de los campos busca generar una reactivación de las economías regionales, desde sectores de la oposición tanto nacional como provincial de aquellos estados, hablan de sospechas de negociados.
“Este proyecto no es más que una nueva apuesta a los sectores concentrados en su mayoría extranjeros, a los que les entregan las mejores tierras, dejando otra vez de lado a los humildes, a los excluidos, a los pequeños y medianos productores, a los campesinos y campesinas y priorizando desarrollar viñedos, bodegas y grandes inversiones”, ha dicho al respecto la Unión de Trabajadores Sin Tierra.
En la provincia
En Entre Ríos hay al menos tres campos que podrían despertar el interés de cualquier inversor, de todo empresario agropecuario. El más atractivo se llama Establecimiento General Urquiza, pero no solo es un campo para la producción tradicional, sino también un haras militar que desde 1944 se dedica a la cría, amansamiento y concentración de caballos de raza.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS del 21 de septiembre de 2017)