Peligra la principal vía de comunicación de la provincia

El Túnel bajo la amenaza del puente a Santa Fe

Edición
1074

Silvio Méndez

En una reunión llevada adelante el 20 de diciembre, Vialidad Nacional determinó cuál iba a ser el paso del nuevo enlace vial entre la provincia de Entre Ríos y Santa Fe. Fue un encuentro en el que participaron todas las partes interesadas, menos la representación de la Municipalidad de Paraná. Así las cosas, el organismo nacional definió que, según su criterio, la traza más adecuada era la que proyecta el puente a la vecina orilla con ingreso desde las barrancas entrerrianas a la altura de la Toma Vieja. La traza original número 3 se encontraba en un punto intermedio entre la continuación imaginaria hacia la costa de las avenidas López Jordán y Gobernador Crespo. Este acceso desde la cabecera entrerriana luego se fue corriendo más al sur (con tres alternativas), hacia lo que sería la continuación de Blas Parera, con la idea de que los barcos tuvieran mayor grado de maniobra ante la curva natural que posee el río un poco más al norte.

El enlace, según se anunció luego, se licitaría a mediados de este año.

La trascendental definición de esta reunión pasó casi desapercibida y la información que circuló se concentró en que la obra tomaba visos de realidad al ser incluida dentro del plan de trabajos que el gobierno nacional piensa impulsar en 2018.

Pero cuando comenzaron a conocerse detalles de dónde tendría la cabecera de ingreso desde Paraná la unión vial y los trabajos anexos necesarios, comenzaron a encenderse luces de alerta. Sobre todo entre los vecinos de la zona norte de la ciudad que cayeron en la cuenta de que las obras centrales y complementarias del puente a Santa Fe iban a pasar por la puerta de sus casas o literalmente iban a arrasar sus viviendas, atravesando incluso el área natural protegida del camping Toma Vieja. Según estimaciones con un mapa en mano, el trayecto escogido se llevaría por delante una extensa barriada que integra la Toma Vieja, afectando a numerosas vecinales a su alrededor.

Y al temor que nació frente a la posibilidad real y concreta de que una vez terminado el puente puedan circular unos 6.000 camiones de gran porte por día por el medio de lo que hoy es una de las zonas más apacibles de Paraná se le ha sumado otro peligro inminente. Se trata del alto riesgo que tendrá la infraestructura del Túnel Subfluvial si el mentado nuevo enlace se lleva adelante aguas arriba sobre el río. ANÁLISIS ya adelantó el año pasado que esta sospecha podía suscitarse cuando la elección del cruce se encaminaba hacia la traza favorita del intendente de Santa Fe, José Manuel Corral (UCR) por sobre las ocho que se llegaron a barajar en su momento.

(Más información en la edición gráfica número 1074 de la revista ANALISIS del jueves 15 de marzo de 2018)

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