Carlos Aguirre Trío presenta su primera producción discográfica en La Vieja Usina

Calma: un modo de estar en el mundo

Edición
1080

Por Camila Fernández

“Calma es la búsqueda de un estado como punto de partida y un estar en el mundo. Un anhelo de alcanzarlo y, en la medida de lo posible, contagiarlo” –describe/define el Negro Carlos Aguirre a esta cronista, intentando ponerle palabras a un trabajo de cuatro años que musicalmente habla por sí mismo, una obra instrumental grabada a modo de trío de jazz.

¿Cuál es la sonoridad de la calma? Seguramente para cada ser humano esta pregunta tiene una respuesta distinta, si entendemos que es una conexión interior íntima y personal y por lo tanto puede significar infinidad de cosas. Sin dudas, debe ser uno de los estados más difíciles de encontrar, pero que cuando se lo halla es capaz de fluir como un río y desbordarnos.“Hay en la intención de nuestro trabajo una búsqueda de melodías muy austeras y atuendos despojados de tal manera de que el mensaje suceda con la mayor claridad. Para esto hemos trabajado acercándonos a esa sonoridad y buscando en cada uno de los instrumentos la manera de reflejar ese concepto”, explica el Negro Aguirre.

El discofue estrenado a fines de 2017 en el Centro Cultural Kirchner de Buenos Airesy ofrece un repertorio que se acerca al jazz y a la música académica, poniendo puntos suspensivosa la raíz folclóricaquecaracterizael recorrido artístico del Negro Aguirre. Sin embargo, la influencia de la música latinoamericana sigue presente en un devenirjazzero que a su vez no esextraño en un compositor que creció en una familia que gozabatanto del jazz, la música clásica, comode las guitarreadas y chacareras.

“Desde siempre he disfrutado de la escucha de músicas muy diversas que por un lado me han despertado curiosidad y en algunos casos el impulso de acercarme al estudio de ciertos elementos que las constituyen. No me siento un pianista de jazz, no he estudiado lo suficiente el género ni tengo ese lenguaje tan claro. Pero por otra parte el desarrollo de la improvisación, como herramienta o recurso, ha sido una preocupación o más bien un deseo y un permiso que me he ido tomando. Esto último es precisamente lo que motorizó la conformación de este repertorio, un espacio donde tuviéramos la oportunidad de manifestarnos a través de la improvisación”, cuenta Aguirre.

Editado porel sello discográfico Shagrada Medra, este último disco es el resultado de cuatro años de trabajo en formatode trío junto a Fernando Silva (contrabajo) y Luciano Cuviello (batería). Nació de la cabeza de Aguirre que imaginaba composiciones para un trío con estas características. “Desde el vamos pensé en Fernando en el contrabajo, ya que hay un camino juntos desde el año ´99 aproximadamente –cuenta- y me refiero no sólo a lo musical sino también a la amistad que se tejió en torno a nuestro sonar juntos. Luego, y a través de un vínculo de algunos años con la Universidad de Villa María, conocemos a Luciano y al escucharlo internamente se terminó de configurar el trío y fue así que cuando reuní un grupo de temas que sentí afines a ese repertorio, los convoqué en principio sólo con la idea de grabar. Luego sucedió que nos pusimos a trabajar y naturalmente nos dio ganas de darle continuidad al proyecto y trascender el disco como único objetivo”.

(Más información en la edición gráfica número 1080 de la revista ANALISIS del jueves 21 de junio de 2018)

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