Entrevista con la jueza de Ejecución de Penas de Paraná, Cecilia Bértora

Una radiografía al interior del sistema carcelario entrerriano

Edición
1080

Por Ayelen Waigandt

Ingresó al Poder Judicial por concurso el 13 de diciembre de 2001 como empleada del Juzgado, luego fue delegada judicial del Juzgado Penal de Menores de Paraná y colaboraba en Mesa de Entradas de la Fiscalía. Rindió cinco concursos ante el Consejo de la Magistratura para cubrir cargos de fiscal en Feliciano y Victoria; defensor de Menores y juez de Instrucción pero por falta de ejercicio profesional obtenía excelentes puntajes en las evaluaciones escritas y no accedía a las entrevistas. “Me recibí de abogada a los 32 años, me recibí de grande”, explica sin vueltas y con naturalidad, Cecilia Bértora.

Finalmente ganó el concurso para fiscal y luego pasó a ser titular del Juzgado de Ejecución desde noviembre de 2013. A la hora de hablar de su trabajo, define: “Yo trabajo de juez pero no quiero ser juez afuera de la oficina, yo quiero ser una ciudadana más y no quiero que se esperen de mí grandes cosas; me gusta correr, me gusta decir malas palabras, me gusta tener mi tiempo libre, me gustaría no tener custodia. Soy una persona, no un semi-dios como se cree que son los jueces”.

—¿El de Ejecución de Penas es de los trabajos más difíciles dentro de la estructura judicial?
—Es el que visibiliza todo el sistema penal, porque todo el trabajo que hace previo la policía con la prevención, la Fiscalía con la investigación, el tribunal de juicio, después lo que pone en la vidriera lo que sucede con el sistema penal es la ejecución. En agosto se cumplen 18 años de la puesta en funcionamiento de los juzgados, que comenzaron en 2000, y su trabajo ha sido muy interesante, porque por ejemplo no ha habido motines importantes. Se ha mejorado mucho la ejecución aunque obviamente el Servicio Penitenciario también intenta estar al día y mejorar el servicio; ya no tenemos vejaciones, es muy poco lo que hay de maltrato hacia los internos.

—¿A qué se debe esa mejora del Servicio Penitenciario?
—Al control que han ejercido los Juzgados de Ejecución. Antes, al control lo ejercían las Cámaras, pero en definitiva no lo ejercía nadie porque la Cámara es una estructura de varias personas que no está para eso. En cambio, entre las tareas más importantes, yo estoy para eso; para ver qué hace el Servicio Penitenciario. Mi función es proteger los derechos de los internos, que no se vulneren sus derechos.

—¿Eso se puede lograr?
—Sí, pero depende mucho de cómo la persona quiera cumplir esa función y del compromiso que tenga con eso.

—¿El trato permanente y cotidiano con los internos hace dificultoso el trabajo?
—No, porque les aclaro que no soy yo quien les da ningún beneficio sino que ellos se lo ganan. Leo qué dice el informe técnico y miro el recorrido del interno, porque no todos pueden dar lo mismo. El interno tiene que tener algún movimiento para lograr sus beneficios. Pero, por ejemplo, los abusadores siempre hacen todo bien, cumplen la asistencia psicológica, hacen los cursos, y entonces no se puede medir de la misma manera a todos.

—¿Se puede cumplir el objetivo de resocialización en las cárceles?
—Sí, pero con lo que tenemos no alcanza y hay que trabajar mucho más. Hay que generar muchos más espacios de educación, porque la educación es lo que te da las herramientas para defenderte, desarrollarte, crecer e insertarte. Les digo siempre a los internos –como le digo a mis hijos- que la educación les sirve para que no los jodan, para que nadie los pueda engañar, y entonces así no tienen que defenderse más con los puños. Por eso también los involucro para que estudien, los involucro con sus hijos que quizás ya saben leer y escribir y ellos no. Hay internos que salen a estudiar afuera de la Unidad Penal y otros que estudian adentro, en todos los niveles, primario, secundario y terciario, y también hay cursos de distintos tipos.

—¿Cuántos internos hay en la cárcel de Paraná?
—Unos 830 aproximadamente.

(Más información en la edición gráfica número 1080 de la revista ANALISIS del jueves 21 de junio de 2018)

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