Se codeó con los mejores

Álvaro Moreyra
Inimaginado. Así fue el crecimiento del fútbol de salón o futsal en la ciudad de Paraná. Ese desarrollo no solamente se dio en la cantidad de jugadores o de equipos, también se observa todos los fines de semanas en los diferentes partidos. Se nota un trabajo a conciencia, que los entrenadores se preocupan por aprender y también transmitir esos conocimientos. Puede apreciarse que no solamente se trata de jugadores practicando un fútbol reducido (fútbol 5), sino que hay tácticas y técnicas que ya se aplican y que se utilizan en las principales ligas del planeta.
Además, la evolución fue sostenida y la vara aparece cada vez más alta, algo muy positivo porque indica que todavía no se alcanzó un techo y hay una amplio recorrido por delante, el cual seguramente irá creciendo con el correr de los años.
Claro que ese crecimiento fue a nivel clubes y eso se trasladó a los diferentes seleccionados de la Asociación Paranaense. Fue una especie de espejo, porque a las buenas actuaciones y resultados positivos en competiciones nacionales de clubes, se le anexaron en este último tiempo interesantes resultados en materia de selecciones, que pusieron al futsal paranaense en el mapa nacional. Ahora ya no se lo observa tan de reojo como hace algunos años y la preparación para enfrentar un equipo entrerriano es otra.
Hay un respeto, se valora el crecimiento y por sobre todas las cosas el esfuerzo que se realiza por estos lares. Sabido es que cualquier disciplina amateur es complicada de llevar adelante y mucho más en aquellas que son novatas, a pesar del crecimiento ininterrumpido y en todo sentido.
Hoy hablar del futsal paranaense dejó de ser sinónimo de Cenicienta y pasó a ser un representativo respetado y llamado a seguir codeándose con los mejores de la Argentina.
Para todo lo expresado fue determinante el surgimiento de la Asociación Paranaense de la especialidad (APFS), allá por 2012.
Ese nacimiento fue acompañado con la aparición de nuevas instituciones que fueron engrosando el número de equipos, además de ir ampliando las categorías, tanto en la rama masculina, como en la femenina.
Un poco más acá en el tiempo surgió el certamen Juvenil, con el objetivo de ir formando a los futuros saloneros.
Claro que para todo esto también fue importante el desarrollo de los futbolistas y la capacitación de los entrenadores a los fines de nutrir a los jugadores con conocimientos en un deporte que, además del buen manejo del balón, también exige un desarrollo de la táctica, algo a lo que se le dedica mucho tiempo en los entrenamientos.
Todo esto se tradujo en buenas actuaciones en el plano nacional y en diferentes competiciones, no solo a nivel selecciones, también en la escala clubes, que son básicamente los que nutren a esos seleccionados.
Hace algunos días nada más, un representativo paranaense realizó una gran actuación en un certamen nacional. Se trata del seleccionado femenino, que en el Argentino que se disputó en tierras mendocinas quedó a un paso del podio.
A pesar del sinsabor de quedarse ahí de una medalla, lo positivo fue que otra vez se metió entre los cuatro mejores de la especialidad, lo mismo que ocurrió el año pasado.
(Más información en la edición gráfica número 1086 de la revista ANALISIS del jueves 27 de septiembre de 2018)