“La jaula se ha vuelto pájaro”

Sofía Arnaudín
El director de cine y músico gualeyo obtuvo el premio a Mejor Corto Entrerriano por su trabajo “Los pájaros y los días” en la última edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos, reconocimiento que le fue otorgado por el público el 19 de octubre, la última noche del festival. En diálogo con ANÁLISIS, Mauricio Echeragay cuenta sobre su trabajo, las implicancias de producir desde el interior del interior, en una ciudad que le inspira proyectos venideros.
“Qué loco que nos entrevistemos en la plaza porque la primera toma de “Basureros” es ahí; en la estatua.” Dice Mauricio Echegaray, señalando la estatua del Libertador San Martín, ubicada en el centro de la rotonda de plaza San Martín de la ciudad de Gualeguay, mientras habla de “Basureros de Gualeguay” (2015) uno de sus primeros trabajos audiovisuales que inaugura una etapa “más personal”. Mauricio Echegaray tiene 40 años; estudió Producción y Grabación de Audio en Buenos Aires y se considera un autodidacta del cine “La experiencia en el manejo de cámara me lo dio los años haciendo sociales y ver mucho cine, además” cuenta refiriéndose a su trabajo como fotógrafo en eventos y su pasión por contar historias, donde la música y la imagen se fusionan de manera simbiótica: “Como músico soy buen cineasta y como cineasta soy buen músico” dice Mauricio Echegaray, ironizando sobre sí mismo. El director de Serenata por los bares de Gualeguay (2015), Basureros de Gualeguay (2015), Una noche de carnaval (2018) suma este año a su filmoteca “Los pájaros y los días, su primera ficción que cuenta con la colaboración y asistencia del cineasta Pablo Feuillade y la reconocida actriz, docente, artesana Nora Cosso, quien convocó a los actores de la Joven Compañía del Teatro Italia: Salvador Henry, Leroy Díaz, Benjamín Machado, Ariel Zapata y Milagros Guelman. Los pájaros y los días, un cortometraje protagonizado por niños, un juego onírico, donde la música y la poesía son claves narrativas “es una especie de homenaje a Eliseo Subiela”, confiesa, el joven director Mauricio Echegaray, en Plaza San Martín, donde los pájaros conversan entre ellos enardecidos y los niños montan bicicletas; casualidades en tardecita gualeya.
- ¿Cómo nace en vos la vocación de contar historias desde lo audiovisual?
-En realidad, me considero más músico que artista audiovisual. Desde chico escribía canciones y tuve un par de bandas; siempre tuve la inquietud de expresarme. Estudié Producción y Grabación de Audio -los programas que se manejan tienen bastante en común con los programas de video- y siempre me gustó la fotografía. Cuando salieron las primeras cámaras digitales me compré una chiquita y empecé a sacar fotos en los cumpleaños de los parientes y gustaba lo que hacía; después me compré cámaras mejores y empecé a hacer sociales. Con la experiencia de la edición fui aprendiendo en forma autodidacta. En el año 2007 Silvina Godoy y Victoria Moreno sacaron un libro sobre los bares de Gualeguay y me convocaron para que haga la parte audiovisual, entonces hicimos una especie de documental. Ese fue mi primer trabajo que no era de sociales. En 2015 el Chango Ibarra -músico de Gualeguay que vive en Buenos Aires- saca su primer disco y se le ocurre que, para invitar a la gente a la presentación oficial, ir de serenata por los bares, tocando. Ahí filmé y edité un material. Al poco tiempo el Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER) hace un concurso que se llamaba “Entre Ríos en una mirada” y justo la idea de ese año era retratar el trabajo de los artistas; lo que habíamos hecho con Chango quedaba al dedillo. Lo presentamos y tuvimos la suerte de que ese corto ganó; ahí me doy cuenta de que se podían hacer cosas.
(Más información en la edición gráfica número 1108 de la revista ANALISIS del jueves 21 de noviembre de 2019)