Secuelas de Casa Nueva, las finanzas entrerrianas y los candidatos que asoman

Días de revuelo, dificultades y proyecciones

Edición
1116

Antonio Tardelli

Tiempo atrás, en medio de la campaña presidencial, el referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, se despachó con una declaración disruptiva que alborotó la agenda mediática. Aquella expresión, ligeramente piantavotos en una instancia que pedía moderación, generó la inquietud de un dirigente del peronismo de Entre Ríos. Preocupado, el hombre se apuró a enviar un mensaje de whatsapp al candidato a Presidente por el Frente de Todos. La contestación de Alberto Fernández, que incluía un grueso epíteto, le confirmó al colaborador bordetista que, al menos en ese momento, el alfil del Papa Francisco no figuraba demasiado arriba en el ranking de predilecciones del futuro jefe de Estado.

La anécdota fue reflotada por estos días cuando Grabois, inclinándose por la rebelde Dolores en el enmarañado conflicto que la enfrenta al ex ministro macrista Luis Miguel Etchevehere, sus otros dos hermanos y su madre Leonor Barbero Marcial, transportó a Entre Ríos a un sitio muy destacado de los portales informativos. Más prudente que los miembros de la administración nacional que abiertamente tomaron partido a favor de Dolores y de Grabois, el gobernador Gustavo Bordet lució visiblemente incómodo durante las intensas jornadas en las que se extendió la parodia de reforma agraria en que se embarcó el activista celestial. Obligado por los reproches de los Etchevehere, el primer mandatario le dirigió algunas críticas el ex ministro de Agroindustria, se quejó del interminable culebrón y se mostró moderadamente sensible al despliegue de rebeldía bautizado como Proyecto Artigas.

Hasta sus íntimos admiten que el gobernador acabó pagando costos por un conflicto que le era absolutamente ajeno. Los sectores medios no simpatizan con Grabois (es una certeza que no se discute en la Casa Gris) y en eso coinciden con los peronistas que gobiernan Entre Ríos. En los momentos más álgidos del episodio, Bordet accedió a dialogar telefónicamente con Grabois por expreso pedido del presidente del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados de la Nación, Máximo Kirchner, pero apenas si le dedicó algunas palabras de ocasión. Con el desenlace y el desalojo judicial, Grabois opinó que el Presidente y Bordet habían cedido a la influencia del poder económico.

(La nota completa en la edición 1116 de la revista ANALISIS del jueves 12 de noviembre de 2020)

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