Casa Altman, una parte de la historia

S.A
Con más de 82 años de trayectoria, el negocio de libros usados ubicado en Calle Villaguay de la capital entrerriana, hace un año que busca liquidar todo el stock. Eduardo Altman, quien lleva adelante este oficio que heredó de su padre,cuenta a este medio la historia de uno de los lugares que se ha convertido en un ícono de la comunidad paranaense.
“Este negocio es para encontrar lo que uno no busca”, sostiene Eduardo Altman, parado en el pasillo de su hogar que es también cuna de libros. Las paredes hechas biblioteca empiezan a flaquear; es que después de 82 años de sostener el negocio, la familia Altman siente que es hora de culminar con el rubro libro. “Nos quedan 8.500 libros; no queremos cerrar definitivamente, sino que queremos terminar con el rubro usado. Estamos viejitos y yo estoy perdiendo la vista. Además, nunca incorporé informática; yo me sé todo lo que hay acá de tanto que lo he visto, pero la informática lo que tiene es que almacena y no olvida, la cabeza sí. Por eso queremos cerrar, aunque este sea un negocio apasionante”, agrega.
A principios de 2020, una nieta del matrimonio Altman decidió abrir una cuenta en la red social Instagram y anunciar la liquidación del negocio. “Queremos cerrar, pero no podemos”, dice, además, un cartel ubicado en la puerta de la casa. “Yo tengo una nieta en Recreo (Santa Fe), que me abrió una cuenta de Instagram -que yo no la conozco porque no tengo computadora- y puso que estábamos de liquidación. Increíble la cantidad de gente que vino. La satisfacción es que, como las redes sociales generalmente la usa la juventud, el 95% de los que vinieron eran jóvenes y encontraron cosas que no tenían previsto. Incluso, el verdulero de la esquina, me había dicho que había una cola que llegaba hasta calle Belgrano. En 82 años no pasó eso, lo primero que se vendió fueron todas las novelas. Me han dejado bastante vacío, pero no como para cerrar todavía; hay obras completas de varios tomos que es de más difícil salida”.
Pero lo cierto es que Casa Altman es más que un negocio de libros usados, es un lugar icónico de nuestra ciudad, parte de nuestra historia, de nuestra idiosincrasia. Ubicado en el Barrio Sáenz Peña de la capital entrerriana, sobre Calle Villaguay al 262, ha sido sitio de consulta de investigadores, escritores, aficionados a la lectura, fetichistas del objeto libro, transeúntes y curiosos de paso. “Acá viene mucha gente todo el tiempo, algunos con intenciones de sólo conversarmientras ojean las estanterías; huelen los libros y dice: “Ay, qué lindo”; a veces me preguntan “¿Qué libro me recomienda?”, pero yo no recomiendo libros, primero porque tengo gustos bastante atípicos, y segundo porque a mí me parece que en las librerías convencionales recomiendan libros porque tienen que venderlos. Acá no somos así”, asevera Eduardo Altman y agrega “Yo no cierro porque vendemos formularios y porque yo no pago alquiler acá, entonces no tengo que afrontar un costo fijo y me cuesta mucho dejar el rubro, si bien yo no trabajé en esto toda mi vida uno se va encariñando”.
(La nota completa en la edición 1118 de la revista ANALISIS del jueves 11 de marzo de 2021)