Cambiar la mirada

El director General del Patronato de Liberados de Entre Ríos, José Morales, asumió el 27 de diciembre de 2019. Sólo pudo trabajar tres meses sin coronavirus y lleva un año desarrollando su labor en contexto de pandemia. En diálogo con ANÁLISIS cuenta la complejidad de poner en marcha los engranajes de una gran maquinaria que parecía dormida, con el fin último de la reintegración social de personas en conflicto con la ley penal que logran su libertad.
Por Ayelen Waigandt
José Morales es Licenciado en Psicología, tiene una maestría en Criminología de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y cursa el Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). También es docente de Psicología Jurídico Forense en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) y desde 2009 trabajó en el centro socioeducativo de régimen cerrado del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf).
En 2019 ganó el primer concurso de antecedentes y oposición desarrollado en la provincia para acceder al cargo de director General del Patronato de Liberados.
A la hora de definir sus objetivos habla de organización institucional y generación de información como los dos pilares fundamentales de su primer año al frente del organismo y su propósito es lograr instrumentar mejores políticas públicas para que las 550 personas que hoy tiene bajo su tutela logren una verdadera reintegración social.
- ¿Cómo nace su interés por ser director del Patronato de Liberados?
- Me desempeñé por 11 años, primero como operador y luego como parte del equipo profesional, en el centro socioeducativo de régimen cerrado del Copnaf donde se alojan varones de entre 16 y 18 años con medidas cautelares privativas de la libertad. Mi recorrido laboral hizo que me fuera interesando en esa problemática y desde allí también continuó mi formación académica. Es una problemática que me apasiona y en la cual pienso todo el tiempo.
- ¿Con que se encontró al asumir?
- Lo primero que hay que hacer cuando uno ingresa en un nuevo lugar es limpiarse de prejuicios o de cuestiones que uno suponía conocer. Hay personas que trabajan desde hace muchos años en el organismo, que tienen una experiencia y un conocimiento a los que respeté y de eso me fui nutriendo. Analía, Fernanda, Azucena, Caro y Meri, hacen un trabajo impresionante, que no siempre es visible. Por eso, lo primero a conocer fue la organización institucional. Encontré que no había funciones específicas asignadas para quienes trabajan en el Patronato y se pudo revertir. Una segunda cuestión fue resolver el tema papeles, por lo cual se trabaja con la Dirección de Modernización para digitalizar todos los legajos. Es un trabajo arduo, que continúa, pero estamos despapelizando. También se está trabajando en un posible sistema digital a los fines de la comunicación con actores con los cuales tenemos contacto constante. Es muy importante, por la función y el vínculo que tiene el Patronato de Liberados con los distintos Juzgados provinciales, que la información llegue de manera rápida. Hoy se hace mucho de manera informal, por teléfono. Buscamos lograr un sistema de comunicación digital con los Juzgados.
(Más información en la edición gráfica número 1119 de la revista ANALISIS del jueves 8 de abril de 2021)