Emiliano Calderón, hijo del olímpico Gustavo Caderón, considerado la nueva joyita del remo argentino

En el agua, talento heredado

Edición
1120

Empezó a practicar remo de casualidad, pero sus condiciones y sus ganas de trascender lo ubican como el gran proyecto argentino de esta disciplina. Mide 1,90 metros, acaba de cumplir 19 años y fue convocado para la selección Argentina de la categoría Sub23. A pesar de su juventud, compite de igual a igual con los más grandes. Es hijo de Gustavo Calderón, remero paranaense que participó de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, en 1984. El pibe de Rowing que trasciende por sus condiciones.

Pablo Rochi

“Con la altura que tenés, tendrías que estar jugando al básquet”. Emiliano escuchó una y otra vez una frase que en sí, solo le despertó tibias sonrisas. Desde muy pibe siempre se destacó por tener unos cuantos centímetros respecto a sus compañeros. Él, sin tener un panorama claro, se decidió por el básquet más por insistencia que por atracción personal.

En sí, la pelota, el pique y el aro no les llamaron demasiado la atención. Algunos en el club Rowing de Paraná decían que tenía condiciones pero no el entusiasmo como para continuar.

Papá Gustavo, un remero excelso y Olímpico en Los Ángeles 1984, nunca interpuso condiciones ni tampoco fue de echar leña al fuego como para insistir en que practique remo, su actividad preferida.

El día que su hijo Emiliano le confesó que iba a dejar básquet, a papá le causó cierta preocupación. Verlo sin actividad no era lo que pretendía. Tras algunos días inactivo, llegó la invitación: “Emi, alguna actividad deportiva tenés que hacer. ¿Por qué no venís a la Escuelita de Remo?”, le dijo Gustavo, sin saber que aquella breve charla iba a ser el paso inicial de una carrera de proyección.

“Mi viejo siempre me decía que haga lo que a mí me guste, pero que tenía que hacer algún deporte. Como él justo estaba dando clases en la Escuelita de remo del club, me invitó. Acepté y fui. La verdad que empecé remo como para hacer algo, como para hacerle caso a mi papá. Después, me gustó y de a poco me enganché”, dijo sobre sus inicios en el remo.

Emiliano Calderón tenía 13 años cuando decidió hacerle caso a su papá. Hoy, con 19 años recién cumplidos, no solo integra la selección Argentina Sub 23 sino además es una de las máximas joyitas del remo argentino.

En estos días de mayo viajará a México. Participará del Pre Panamericano a realizarse en Yucatán. Lo hará en el bote que integra junto a los zarateños Franco Calvo y Lautaro Barrio y el bonaerense Santiago De Andrea.

-La historia indica que empezaste remo por casualidad, como para hacer algo.

-Sí, diría que hago remo de casualidad. Fui a probar, empecé como para hacer algo y me quedé. Pensé también en hacer tenis, pero me volqué por remo.

-¿Y qué fue lo que te terminó de enganchar?. Porque así como dejaste básquet porque no te gustaba, podría haber sucedido con remo.

-Me acuerdo que el haber empezado a competir en algunas regatas y después ganar algunas de ellas, es como que me enganchó del todo. Le tomé el gustito a las competencias y como me iba bien, cada vez me enganchaba más. El remo parece que lo llevo en la sangre con la historia de mi papá en este deporte.

-¿Te acordás la primera vez en un bote, el subirte a uno y dar las primeras remadas?.

-Algo me acuerdo. Al principio remaba solo. Cuando recién empezás te dan un bote grande para no darte vuelta. Cuando ya conseguís cierta estabilidad en el río pasás a un bote batea. Creo que aprendí rápido. Como que no me costó.

-Hay muchas historias en el deporte que el papá es el entrenador de un hijo que después trasciende, pero en tu caso hay un dato importante: tu papá fue un remero que fue a los Juegos Olímpicos. ¿Recordás sus primeros consejos?.

-Me acuerdo que me insistía en todo momento con que no suelte los remos porque sino el bote se daba vuelta. Me hablaba mucho que debía lograr estabilidad, controlar el bote. Y de a poco me fui soltando. No sé si esas fueron las primeras palabras, pero si me acuerdo de que me decía que no suelte los remos y que busque estabilidad.

(Más información en la edición gráfica número 1120 de la revista ANALISIS del jueves 6 de mayo de 2021)

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