Los préstamos del narcotráfico peruano en Paraná

Como ocurrió ante otros crímenes ocurridos en los últimos tiempos en Paraná, el asesinato del joven peruano Carlos Daniel Tello Morales evidenció, no solo el creciente uso del sicariato, sino además el circulante de grandes sumas de dinero que aceitan el mercado de drogas y también van a parar al circuito legal de productos y servicios. En este caso, emerge el préstamo de efectivo, desde pequeñas hasta altas cifras, proveniente de organizaciones criminales lideradas por peruanos en Buenos Aires.
J.A.M.
El homicidio del joven peruano Carlos Daniel Tello Morales, ocurrido el miércoles 30 de marzo en el barrio San Martín, expuso una realidad oculta y desconocida hasta entonces: la presencia en Paraná de personas vinculadas a organizaciones narcotraficantes que, hace décadas, dominan barrios enteros en Buenos Aires, lideradas e integradas por ciudadanos peruanos. Su poder económico y su accionar criminal emergió en la capital entrerriana con el asesinato perpetrado por sicarios en plena tarde.
Según lo reconstruido por la investigación, hasta el momento, hubo un plan perfectamente organizado, con la orden que partió desde la Villa 1-11-14 de Capital Federal y se ejecutó, con precisión, en calle Ameghino, de la capital entrerriana con la complicidad de paranaenses que allanaron el camino a los asesinos a sueldo.
Más allá que el comercio de drogas rodea el homicidio, todo parece indicar que el contexto de la ejecución fue la actividad de prestamista de Tello Morales, quien movía el dinero para sus jefes y se habría quedado con más del que correspondía. Si bien prestaba a cualquiera, sus principales clientes eran vendedores de droga de Paraná, que no solicitaban menos de medio millón de pesos y devolvían con puntualidad.
Otra vez, al igual que en varios de los crímenes más resonantes de los últimos años, aparece una gran cantidad de dinero que circula en la ciudad en un mercado financiero paralelo que se entrecruza con negocios tanto lícitos como delictivos. Y, como en este caso, va aceitando el mercado de drogas.
Por otro lado, una persona que fue muy allegada a Tello Morales, que vive en Perú, en comunicación con ANÁLISIS desde hace varias semanas, contó que la información que ellos recibían apuntaba a la novia de la víctima y su entorno familiar, pero también a una mujer, su hermano y cuñado, alias Jota, los tres peruanos, radicados en Buenos Aires. Dijo que su familia espera que el caso se esclarezca y se llegue a todos los responsables.
La novia
La investigación encabezada por el fiscal Mariano Budasoff, hasta el cierre de esta edición de ANÁLISIS, no tiene ningún detenido, pero sí varias personas apuntadas como presuntos partícipes de alguno de los aspectos del plan criminal. Mientras se analizan numerosas evidencias reunidas a lo largo de casi dos meses de la pesquisa a cargo de la División Homicidios, hay una tensa calma entre las personas que fueron allanadas días después del hecho, debido a las sospechas que existen sobre su participación en el crimen.
Una de ellas es una joven de 22 años, domiciliada en el barrio Belgrano de Paraná, donde también vivía la víctima. La chica mintió en la entrevista que mantuvo con el fiscal y con los investigadores, acerca de la actividad que realizaba Jairo, como apodaban a Tello Morales, y minimizó los montos de los préstamos de dinero que el muchacho realizaba.
Ella fue una testigo a la distancia. Estaba hablando por teléfono con Jairo al momento en que lo cruzan los sicarios y pudo escuchar los gritos y la ráfaga de disparos.
(La nota completa en la edición gráfica número 1130 de la revista ANALISIS del viernes 27 de mayo de 2022)