Ignacio Barsanti, el asistente técnico de Instituto de Córdoba campeón de la Liga Nacional de básquetbol

“Hacemos el trabajo invisible de un equipo”

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1131

El entrenador paranaense es la mano derecha de Lucas Victoriano, el DT de la “Gloria”, reciente ganador del título en la élite del básquet argentino. Su función, su tarea y la construcción del equipo. “Ser campeón de la Liga Nacional es algo brillante, que uno se los imagina pero que recién cae a pleno una vez que lo experimenta”,expresó.

Por Pablo Rochi

Ignacio Barsanti jugaba en la primera división de Ciclista de Paraná y a su vez dirigía las inferiores del club. En un partido del torneo local, cayó mal y sufrió un fuerte esguince de tobillo que no le permitió continuar su carrera como jugador.

Aquella lesión fue dolorosa en todo sentido, pero a su vez fue el motivo por el cual decidió volcarse de lleno a la dirección técnica.

Carismático como apasionado, “Tití” Barsanti creció en su profesión hasta ser elegido para dirigir a Echagüe en su vuelta a la Liga Nacional, en la temporada 2016-17.

El histórico regreso de Echagüe a la élite duro poco. Esa misma temporada descendió a la segunda divisional. Para el joven Barsantifue una dura experiencia, aunque también una gran enseñanza. Aquella oportunidad le dio la chance de hacerse conocido, tal es así que Lucas Victoriano, ex integrante de la Generación Dorada y ex jugador del Real Madrid, lo tentó para ser su asistente.

La Liga Nacional acaba de tener un episodio histórico. Instituto de Córdoba acaba de consagrarse campeón. Lo hizo por primera vez en la historia, transformándose en el 15° club en levantar el título desde que esta competencia comenzó a jugarse en Argentina, desde 1984. La “Gloria” fue campeón con dos paranaenses en su plantilla: el escolta Luciano “Chuzito” González y el asistente Ignacio Barsanti.

“Estoy y estamos viviendo días increíbles y muy intensos, y diría que recién ahora estamos tratando de bajar las pulsaciones. Ser campeón de la Liga Nacional es algo brillante que uno se los imagina pero que recién cae y lo vive a pleno una vez que lo experimenta. Ganar este título en Córdoba también se vivió de manera muy particular. Esta es una plaza con mucha tradición, con mucha historia. Por lo que fue Atenas y por lo que hoy significa Instituto”, contó Barsanti al respecto.

-Hace un par de temporadas que Instituto volcó sus pretensiones en ganar la Liga Nacional. Lograr el cometido es un espaldarazo para ustedes como cuerpo técnico.

-Claro que sí. A principio de temporada ganamos el Súper 20, que es una competencia previa a la Liga Nacional; pero que no deja de ser importante. Durante todo este año pasamos muchas adversidades, ya sea por la pandemia o las lesiones. Recién pudimos tener la plantilla completa en el último mes de competencia. Plasmar la idea que teníamos con Lucas (Victoriano) para esta campaña no fue sencilla, pero pudimos lograrla. Conseguir esa identificación entre los jugadores y el juego deseado nos llevó a luchar por un objetivo que todos anhelábamos, que esel título. Cuando digo todos, incluyo a jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y simpatizantes. Instituto hace tiempo que buscaba la consagración, por suerte se dio con nosotros como parte del proceso.

- ¿Porqué lo lograron?

-Desde que llegamos a Instituto con Lucas teníamos la convicción de que debíamos ir por algo importante como lo es pelear por el título. Jugar por el campeonato en la Liga Nacional es un desafío deportivo muy lindo, pero también muy complicado. Nuestra Liga no es fácil, al contrario. Para lograrlo hay que trabajar fuerte y hacerlo día a día. Esa dedicación y esa constancia nos llevaron a cumplir con el propósito. La alegría es el título, pero fundamentalmente el poder alcanzarlo después de mucho trabajo y mucha constancia.

-Ganaron una final increíble contra Quimsa y lo hicieron en Santiago del Estero. La serie fue muy caliente y el último partido fue dramático. ¿Cómo se vive desde el banco de suplentes?

-Nosotros tenemos una gran ventaja, porque Lucas tiene una mayor experiencia por haber sido jugador profesional, con una grandísima carrera y en equipos top delpaís y del mundo. Al margen de ello, hicimos un trabajo de análisis y de estudio previo del rival que también sirvió para esos momentos calientes y de definiciones importantes. Cuando hay una final de cierre muy parejo como ocurrió,la ansiedad y los nervios juegan un papel muy importante. Entonces estar lúcidos y con las herramientas necesarias del conocimiento que te da ese estudio previo de los partidos, sirve para buscar las mejores decisiones. En segundos tenés que decidir y tener la cabeza limpia y fresca. En esas fracciones de segundos debes congeniar con los jugadores esa jugada a realizar. Y creemos que, en ese momento, la seguridad que le puede aportar el cuerpo técnico desde afuera es clave. En ese momento caliente tratamos de naturalizar la situación, de no meter más presión de la que hay. Después, la pelota puede entrar o no, pero hay que allanarle el camino al jugador.

(La nota completa en la edición gráfica número 1131 de la revista ANALISIS del jueves 23 de junio de 2022)

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