A nueve años de la muerte de Eduardo Galeano: “¿Hasta cuándo?”

Edición
1149

En abril de 2015, nueve años atrás, fallecía el célebre escritor oriental, referencia ineludible de un pensamiento solidario y comprometido en la identidad iberoamericana. El autor de Memoria del fuego se refirió en numerosas ocasiones al conflicto que desangra el Medio Oriente desde hace más de 70 años. Aquí seleccionamos algunos de sus escritos al respecto, que, a casi una década de su muerte, conservan notable vigencia.

Por Américo Schvartzman

¿Hasta cuándo? (I)

La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron?

Hezbolá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo?

Irak, Afganistán, Palestina, Líbano. ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países impunemente?

Las torturas de Abu Ghraib, que han despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió el nombre, pero no las mañas. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en nombre de la legítima defensa de la patria?

(De la columna “¿Hasta cuándo?”, 2006)

 

La deuda ajena

En el día de hoy de 1948, nació el Estado de Israel. Pocos meses después, ya había más de ochocientos mil palestinos expulsados, y más de quinientas aldeas demolidas.

Esas aldeas, donde crecían los olivos, las higueras, los almendros y los árboles frutales, yacen sepultadas bajo las autopistas, los centros comerciales y los parques de diversiones. Son muertas sin nombre. El Comité de Nombres de las nuevas autoridades ha rebautizado el mapa. Ya poca Palestina queda. La implacable devoración del mapa invoca títulos de propiedad, generosamente otorgados por la Biblia, y se justifica por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió.

La cacería de judíos fue, siempre, una costumbre europea; pero los palestinos pagan esa deuda ajena.

(De Los hijos de los días, 2011)

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1149, del día 18 de abril de 2024)

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