“En Entre Ríos hay que mejorar sustancialmente los mecanismos de control del Estado”

El siguiente diálogo con el actual presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Leonardo Portela, se realizó de manera virtual. La necesidad de garantizar el acceso a la información, el hecho histórico que después de 80 años Gualeguaychú logró que se designe a un vocal en el STJ, el cambio generacional en ese estamento, la necesidad de modernizar el Juicio por Jurado, el desarrollo de un Código de Ética y sentencias sensibles que no terminan de llevarse a la práctica fueron algunos de los temas más relevantes que se abordaron.
Por Nahuel Maciel
Leonardo Portela antes de llegar a la presidencia del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, fue juez de primera instancia y vocal en la Cámara Civil y Comercial de Gualeguaychú. Es decir, conoce al Poder Judicial en todos sus niveles. Además, generacionalmente llega –junto a otros pares- para sacudir las cómodas poltronas o butacas dormilonas que ha caracterizado al Superior Tribunal en los últimos años.
En el diálogo que realizó con la revista ANÁLISIS, abordó ese desafío, pero también la necesidad de mejorar el sistema de Juicio por Jurado.
Indicó que si bien su gestión lleva apenas 7-8 meses, ya tiene la impronta de que se caracteriza por el diálogo, al que considera un poderoso espacio para transitar las diferencias entre personas e incluso entre organismos en beneficio del interés general. “El diálogo no se trata de un objetivo. Sino una actitud de vida y por eso debe ser permanente”, expresará para dar cuenta que no se trata de un logro a la manera de una meta de gestión, sino de un valor.
También abordó el tema de la corrupción y reveló que es imperioso que los controles del Estados sean más robustos y eficientes: “No es posible que nos enteremos a los años que se robó al Estado, cuando esa persona está disfrutando de esa corrupción en una playa de otro país. Eso no puede ser. Se necesitan organismos de control que sean más eficientes y actúen con mayor celo”, dirá como un reproche.
Del mismo modo, aclaró jurídicamente que la causa del barrio fluvial Amarras de Gualeguaychú ya está cerrado por parte de la Justicia y se debe, paralizar las obras y recomponer el daño ambiental generado. “No hay otro camino ni otra acción”, enfatizó.
-Usted como juez en Gualeguaychú se destacó en el esfuerzo para que el ciudadano comprendiera cuál era su labor, especialmente que sus sentencias sean accesibles en el lenguaje. Teniendo en cuenta las dificultades de comunicación que se manifiestan en distintas jurisdicciones, por qué no se articula un área de Información y Comunicación similar al que ustedes cuentan en el Superior Tribunal.
-Podría ser. Pero, no advierto que haya una necesidad a partir de la tecnología que hay actualmente, donde una persona puede estar en cualquier lugar y en cualquier momento y acceder a la información. De hecho, estamos sosteniendo este diálogo de manera virtual, pero prácticamente cara a cara y a 300 kilómetros de distancia. Lo que no quita es que conocer la realidad de cada lugar cambia la situación y la mirada tanto de quien ejerce el periodismo como de quien quiere dar a conocer alguna noticia y no tiene llegada quizás a alguien de Paraná.
-Pero, nos referíamos a que tal vez un Tribunal de Gualeguaychú o de Uruguay, Concordia o Gualeguay –para citar un ejemplo- muchas veces ventilan casos que a nivel local e incluso nacional generan conmoción y se demanda una información permanente.
-Sí, sí, entiendo. Lo pensamos en alguna que otra oportunidad. Pero, no lo pudimos hacer por falta de medios. La verdad es esa: falta de medios. Queríamos tener por lo menos alguien en la costa del Uruguay y lo mismo en la costa del Paraná y en la zona centro. No lo pudimos hacer por falta de medios. Pero, es una idea que tenemos presente porque queremos que haya cercanía entre los jueces, los periodistas y la idiosincrasia de cada lugar. No es lo mismo, más allá de sus semejanzas, Paraná que Chajarí o Gualeguaychú que Concepción de Uruguay. Son ciudades distintas. Yo trabajé en Gualeguaychú y Concepción del Uruguay y les puedo asegurar que son ciudades distintas. Con sus semejanzas y parecidos, son también ciudades distintas. Así que esa idea la tenemos presente. Nos faltan medios.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1153, del día 22 de agosto de 2024)