La histórica Escuela Normal de Uruguay, en ruinas y sin que nadie se haga cargo

Debería ser monumento histórico nacional y orgullo entrerriano, pero es noticia porque su estado edilicio es lamentable y lleva poco menos de un año: la empresa constructora que debía llevar adelante las refacciones se retiró en noviembre del año pasado porque el gobierno anterior no le pagaba. Y al actual parece no importarle: reclamos de la comunidad educativa siguen sin respuesta cuando se cumplen nueve meses de abandono y desidia.
Por AméricoSchvartzman
A comienzos del siglo XX, la Normal (como le llama toda la comunidad uruguayense) era noticia en la revista porteña Caras y Caretas porque su directora, Isabel King -una de aquellas maestras yanquis que llegaron al país de la mano del contradictorio Sarmiento- viajaba a Europa comisionada por el Gobierno nacional para asistir al Congreso Pedagógico en París, y (de paso) en el Congreso Feminista.
La Escuela Normal Mariano Moreno, de Concepción del Uruguay, impulsada por Urquiza y acordada con Sarmiento, concretada por el empuje de Martín Ruiz Moreno, es la segunda escuela normal del país. De allí salieron Teresa Ratto, la primera médica de la provincia, Celia Torrá, la primera mujer en dirigir una orquesta en el Colón, Ana Teresa Fabani, excelsa poeta entrerriana, Orlando Van Bredam, gloria de nuestras letras, Horacio Poggio y los hermanos Zaragoza, mártires del terrorismo de Estado. Entre muchas otras figuras que enorgullecen a la institución educativa.
Sin embargo, hoy “la Normal” es noticia por otras razones. Está derruida, destrozada y convertida en un páramo: la empresa a cargo de las refacciones abandonó las labores en noviembre de 2023 y el gobierno provincial no da señales de retomar los trabajos.
Detalles
“La empresa se retiró y dejó los techos descubiertos y rotos, además se rompieron todos los caños de las instalaciones de gas. Sacaron todas las membranas y no solo no pintaron, no pusieron membranas nuevas, esto causa que varias aulas se lluevan completamente. Avisado el arquitecto que la lluvia que entra en las aulas quemó los ventiladores nuevos, nos prometió que iban a reponerlos antes de que comiencen las clases, cosa que nunca hicieron, por lo que tenemos varias aulas que se llueven como afuera y sin ventiladores. Por otro lado, subimos al techo y encontramos que han roto todos los caños de gas, algo inentendible ya que no tiene lógica. Desarmaron el salón de actos completo y se retiraron dejando todo tirado, roto, sucio y sin terminar. Los baños están inhabilitados, las cadenas no tiran, están tapados, rotos, no tienen cámara de salida, se llenan de agua. Las aulas con piso de madera ya no se pueden abrir las puertas porque están levantados y rotos. La instalación eléctrica es peligrosa y antigua. Las galerías se llueven y los pisos se levantan lo que hace peligroso los recreos de los estudiantes de los distintos niveles comenzando por el inicial. Las puertas no tienen picaportes, no cierran, y las ventanas no abren o se caen”.
El párrafo anterior no es la descripción apocalíptica de algún medio de prensa sensacionalista. Es parte del informe elevado a las autoridades educativas por la dirección de la histórica Escuela Normal de Concepción del Uruguay.
La empresa que estaba a cargo de las obras de refacción se fue en noviembre del año pasado y dejó ese desastre que describe el informe. La constructora Orlando Peterson acusó al gobierno provincial de adeudarle varios meses. Y, al no tener respuesta, se fue. Sin más vueltas. Levantó sus cosas, se llevó herramientas y andamios y dejó agujeros por todos lados, patios y veredas rotas, aulas sin reparar, montañas de arena y piedra, y zonas restringidas para el paso del público mediante telas plásticas de color verde, que convierten el tránsito en la institución en una especie de laberinto. De los arreglos previstos, licitados en 2023 y contratados (pero nunca pagados) por el gobierno de Bordet, era muy poco lo que se había hecho. Casi nada.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1153, del día 22 de agosto de 2024)