El reportaje impertinente a Walter Andrade, ex jugador profesional.

“El ser anónimo no me molesta”

Edición
1155

Dejó hace 4 años el fútbol profesional. Referente de Patronato, terminó una carrera e instaló su propio negocio. Próximo a cumplir 40 años, dice que disfruta más de la vida y de sus hijos. En charla con ANALISIS, habla de su actualidad, de lo que espera y del futuro del Patrón.

Por Claudia Martínez

Walter Andrade llegó a su inmobiliaria, ubicada en una floreciente esquina de Paraná. No ha cambiado nada físicamente desde hace 4 años cuando dejó el fútbol. Alto, (altísimo) sigue siendo el tipo sencillo y dispuesto para sentarse a tomar un café y charlar.

Dejó de jugar, pero antes de eso, ya estudiaba –por internet- la carrera que hoy se transformó en su sustento: es Martillero Público y Corredor Inmobiliario.

“Arranqué a estudiar en 2019. Sí, 2019, principio de 2019. Y me recibí en el 2020, terminando pandemia, digamos, ahí en esa transición”, recordó.

- ¿Y por qué se te ocurrió?

- Porque sabía que en algún momento la carrera del futbolista o la carrera que ya va haciendo tiene un ciclo, que iba a haber un fin. En algún momento no pensé que iba a ser a los 35 años. La verdad que uno medianamente planificaba hasta los 38, 39, más como estaba físicamente en ese momento. Estaba bárbaro. Estaba muy bien, físicamente. Pero bueno, se dieron circunstancias de vida. En ese entonces me había separado. Estaba la pandemia. La verdad es que el panorama no estaba claro. Quedo libre en Patronato. Y bueno, ahí tomé la decisión de no continuar la carrera de futbolista. No seguir siendo futbolista por una cuestión que tenía que irme de la provincia y seguramente bajar de categoría. Y dije: “Hasta acá llegué”. Tengo dos chicos que están en una etapa hermosa de sus vidas, que es la infancia. Y la verdad que no sentí eso de alejarme de ellos, de no verlos y no tener un día a día. Entonces dije, borrón y cuenta nueva. Agarré otro camino y dejé de jugar al fútbol.

- ¿Y empezaste a estudiar en Paraná?

- Empecé a estudiar en la Universidad Siglo XXI. En ese momento fue difícil. Estudiaba online.

- O sea, estabas jugando al futbol y estudiabas. ¿Y te hacés el momento? ¿Te llevabas las cosas? ¿Te llevabas la computadora?

- Claro, cuando se viajaba. Es una carrera que. si le dedicas diariamente unas buenas horas, la llevas bien. Por lo menos es lo que me pasó a mí. Y lo que me pasó a mí también, digamos, es como que también sentí... No sabía si iba a ejercer esta carrera. Más que estaba jugando, tenía 32-33 años cuando arranqué a estudiar. Pero, sentí que me estaba mintiendo a mí mismo. Porque tenía tiempo para estudiar. Si me organizaba, tenía tiempo para estudiar. Y sentía que tenía que estudiar. Proyectando que la carrera del futbolista en algún momento iba a terminar. Quería tener herramientas para posteriormente, cuando se deje de jugar, decir... Con esto ya por lo menos puedo defenderme o incursionar en otro rubro. Y entonces me dije a mí mismo, déjate de mentir y empezá a estudiar. Y por suerte fue todo un desafío y lo pude lograr.

- ¿Y qué pasó a partir de ahí? Esta inmobiliaria hace poco que la inauguraste.

 - Esto sí, hará 5-6 meses que lo inauguré. Bueno, inclusive yo dejé de jugar y a los 10 días estaba trabajando en una inmobiliaria. Plena pandemia. Estaba trabajando bajo comisión y fue un mundo, encima, en una inmobiliaria grande donde no entendía nada. La verdad que no entendía nada

-. ¿Por qué no entendías nada?

-Primero de estar 8 horas trabajando en ese volumen de gente, volumen de gente, llamadas, una dinámica que no estaba acostumbrado. Y me costó, la verdad que me costó mucho agarrar el ritmo del horario de comercio. Imagínate.

- ¿O te dormías hasta tarde, capaz? ¿O no?

-No, no, cuando jugaba el fútbol, digamos a las 7 estaba arriba. Pero bueno, cuando sos jugador de fútbol capaz que te lleva, no sé, de tarde a las 7 y a las 12 estás en tu casa. Capaz que un sobre turno a la tarde, pero es otro ritmo; entrenar es un ambiente abierto. Y de golpe estar encerrado, me costó y me cuesta. Me cuesta estar encerrado. Me hace mal, no me gusta. Por eso, esta carrera que también lo había visto, el de corredor inmobiliario, es mixto, puede estar encerrado en una oficina y tener la posibilidad de salir. Entonces, también la elegí por ese lugar. Todo lo que es construcción, casas, me gusta. La verdad que es una carrera que me gusta. La verdad que estoy contento con lo que estoy haciendo, lo disfruto. Quería encontrar eso.

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1155, del día 17 de octubre de 2024)

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