El Criptogate puso en zona de riesgo los logros libertarios

Cerramos el año anterior señalando que, para quienes llevan adelante la administración del país desde diciembre de 2023, todo marchaba mejor de lo esperado. Los índices de inflación le dieron (le dan) al gobierno nacional de La Libertad Avanza (LLA) una armadura frente a las críticas de una oposición desorientada. No aparecen líderes renovados que despierten interés. No hay alternativas creíbles y el esfuerzo pasa por disimular flaquezas. Demasiada especulación a la espera de algún equívoco que sacuda el tablero. En este presente escaso hubo algún temblor. Fue y es por pura mala praxis del “triángulo de hierro” o quizá se distrajeron las fuerzas del cielo. El propio Javier Milei construyó, pasito a pasito, el Criptogate (o Caso $Libra). Un escándalo de alcance internacional que ya causó impacto en los tribunales de los Estados Unidos y promete entregar capítulos interesantes. Está ahí y no ha sido aprovechado por nadie.
Por Néstor Banega
Fue el propio oficialismo el que generó una comedia de enredos que parece no tener fin. El episodio tuvo centro y origen en el propio presidente Javier Milei, sucedió en cuestión de horas el viernes 14 de febrero pasado e impactó en el corazón libertario.
Todo por un “tuit”.
Increíblemente le pasó justo a él, que anda por X como pez en el agua. Hombre de redes, cibernauta sagaz, el presidente (consciente o engañado, la justicia lo dirá) promocionó a través de X una criptomonedas bautizada $LIBRA, la que con ese espaldarazo elevó en poco tiempo su cotización para caer después abruptamente, perjudicando a miles de inversores en todo el mundo.
Los pormenores son impactantes y se potencian a medida que se va informando que el mandatario argentino y su hermana Karina Milei, a través de personal de confianza, había tenido encuentros con los impulsores de la maniobra. Una jugada que está ya siendo analizada por tribunales norteamericanos y locales.
El episodio (supuesta estafa a través de la creación de unas criptomonedas generadas al solo efecto de embaucar desprevenidos) golpeó la imagen de un oficialismo que, en los hechos, con su accionar, lo reconoce. Inesperado, pero la sombra de la corrupción con su barro pegajoso alcanzó a los libertarios. Algo que estaba destinado solo a los opositores. Impensado. Insoportable.
¿Será el Libragate para LLA lo que fue la foto del cumpleaños de Fabiola, en plena pandemia, para la presidencia de Alberto Fernández? Tiempo al tiempo y se sabrá que sale de todo esto.
Tapar el sol con las manos
Se trata de un hecho político de tanta importancia que nos va a acompañar por un tiempo importante. Sería importante que se esclarezca. Frente al escándalo, en lugar de asumir posibles errores, se optó por intentar tapar el sol con las manos.
En el último mes asistimos a una serie de hechos, muchos de ellos desafortunados, que intentan hacer magia para desaparecer el tema que se resiste.
Es que si el presidente fue engañado vilmente en la materia que administra desafiante y (según su mirada) certero, implacable, estamos frente a una distracción de dimensiones cósmicas. Ahogados todos en un mar de dudas.
Situaciones provocadas con el sólo afán de distraer multitudes demuestran que alrededor del presidente Milei cundió el pánico y se trabaja a destajo para superar el trago amargo.
Tan importante ha sido el impacto del Criptogate que el asesor estrella (Santiago Caputo) terminó estrellado.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1158, del día 20 de marzo de 2025)