Horacio Ramos, un personaje de la noche paranaense

“Antes las fiestas eran mejores”

Edición
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Claudia Martínez

No confiesa la edad. Tampoco quiere que lo tilden de relacionista público. Desde la Belle Epoque a este tiempo, todas las invitaciones de los boliches de onda pasaron por sus manos. Horacio Ramos dice hoy que las fiestas no son como las de antes. Una palabra autorizada en la capital entrerriana.

Siempre se lo ve charlando con la gente. En las casas de ropas más exclusivas, en algún café o en un bar de moda. Horacio Ramos tiene muy bajo perfil a pesar de que es organizador de grandes acontecimientos. Es amigo de las modelos más cotizadas y si hay que hacer una fiesta, todos lo consultan para que la convocatoria esté garantizada.

Hubo que insistir para hacer la nota. A pesar de que está permanentemente en relación con la gente, su perfil es muy bajo y casi murmura al hablar.

Nacido en Paraná, comenzó haciendo fiestas en esta ciudad. “No era mi intención ser relacionista público. Es lo que la gente recepciona de uno, pero a veces no es la realidad”, define sentado en un living con telas hindúes instalado en una casa de ropa de la Peatonal San Martín.

-Si no sos relacionista público, ¿cómo te definís?
-No soy relacionista público ni organizador de fiestas tampoco. Para nada. Me han puesto relacionista público porque organizo fiestas, desfiles. Yo pasé por La Belle Epoque, por Danhes, Cangrejo. Recibía a la gente y la invitaba. Trabajaba en esos lugares. Los invitaba con una copa, y ya te decían que eras el RR.PP. Ya me quedó. Cuando inauguraban algún boliche me llamaban porque pensaban que era eso. Pero después lo dejé de aclarar.

-¿Cómo era la noche de antes?
-Antes era más fácil organizar una fiesta que ahora, había que convocar menos que ahora, era más íntimo, más exclusivo. Por empezar, no existían los mega boliches. La Belle Epoque era chiquita, lo mismo que Aldea Norte, que estaba en el Thompson. Siempre los boliches reunían discreta cantidad de gente. Pero después nació Danhes (donde trabajé), que fue la primera mega disco. Luego salió Excándalo, otra mega disco. Todo fue mega, mega. Pienso que la diferencia entre esa época y la actual es que las reuniones eran más chicas, eran más amigos, se conocían todos.

-Ahora nadie se conoce: ellas por un lado y ellos por el otro…
-Ahora son miles y miles de personas. ¡Qué vas a conocer a todo el mundo! Cuando ya tenés un boliche, vos podés hacer una fiesta y convocar a tus conocidos, pero a veces llega gente que ni has invitado. Ésa es la diferencia.

-¿Por dónde se empieza para hacer una fiesta?
-Se empieza por convocar gente, llamándola por teléfono, hablándola, de palabra, dándole una tarjeta, con antelación como para que se organice y no deje de ir.

-¿Qué le gusta más a la gente, que la invites personalmente o que le mandes una tarjeta?
-Las dos cosas. La invitación de por sí es una gratificación. Los casamientos yo los detesto, soy re antisocial. Soy un desastre…

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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